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Reportaje:

La carretera de neumáticos

La carretera entre Ubrique y El Bosque tendrá un tramo hecho con restos de cubiertas

A las afueras de El Bosque (Cádiz), en dirección a Ubrique, la A-373 estrena asfalto. Aparentemente no se observa ninguna peculiaridad en el firme. Sin embargo, en esa capa negra de 4,5 centímetros recién asentada, se esconde, quizá, uno de los hallazgos más importantes para la construcción de carreteras de las últimas décadas.

El empresario alemán Dieter Dannert, afincado en España desde hace 30 años, es un experto en asfaltos. Su obsesión es cocinar el mejor betún de asfaltado para hacer las carreteras. Unas carreteras que sean más firmes, estables y elásticas a la vez. 'Y también las más duraderas', apostilla. Dannert parece que lo ha conseguido.

La Junta de Andalucía ha creído en su invento y le ha encomendado que suministre polvo de Neumáticos Fuera de Uso (NFU) a la empresa que está construyendo, con carácter experimental, los 18 kilómetros citados. Esta es la primera carretera en España que se refuerza utilizando este firme elaborado a partir de la fórmula de Dannert. 'Ahora tenemos que darnos un tiempo y ver las posibles deformaciones que sufre el asfalto. Si no se agrieta no entrará agua y eso alargará su durabilidad. También nos preocupa su elasticidad y la adaptación a las modificaciones que experimenta el terreno que, en esta zona, es muy inestable', explica Alberto Bas, director de la obra.

Los enemigos más importantes para la durabilidad de cualquier carretera son la lluvia y la complejidad e inestabilidad de los suelos. Contra ambos lucha Dannert. Él asegura que los está venciendo. 'Mi fórmula está pensada para ello', insiste. La máquina, también inventada por él, mezcla el alquitrán con el polvo de NFU, previamente tratado en su fábrica de Madrid. Esto le permite elaborar, según dice, un betún 'insuperable'. Su producto le da a la capa asfáltica una estabilidad superior al 95% cuando la normativa europea establece que sería suficiente con el 75%. 'La lluvia no estropeará el asfalto y se adaptará al terreno como si fuera de goma'.

La fórmula -que, por supuesto, no revela- le permite introducir en cada tonelada de asfalto, aparte del 95% obligado de áridos, un 13% de goma de neumáticos dentro de ese otro 5% que representa el betún. Esta goma molida muy fina está compuesta de caucho natural o sintético y de negro de humo, unas partículas de carbón diminutas que tienen las particularidades, entre otras, de ser antioxidantes y resistentes a la radiación ultravioleta. 'Lo ideal para mí es conseguir polvo de NFU de 0,4 milímetros máximo de grosor elaborado por un procedimiento natural. Si el polvo es de ruedas de camiones, mejor; estos neumáticos tienen más caucho natural'.

La Administración de momento está satisfecha con los resultados obtenidos en esos 18 kilómetros experimentales entre El Bosque y Ubrique. Si las expectativas se cumplen, los 150 euros que, aproximadamente, habrá pagado de más por tonelada de asfalto los habrá dado por bien empleados.

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Residuos con futuro ecológico

Los expertos calculan que cada país desarrollado produce un NFU por habitante y año. Es decir, Andalucía podría acumular anualmente en sus vertederos más de 7 millones de neumáticos usados. Dicho de otro modo: más de 40.000 toneladas de goma. Así pues, el peligro de contaminación es real. La dificultad de almacenamiento y la propia morfología del neumático, posibilitando el encharcamiento del entorno y las radiaciones solares, convierten a estos vertederos en hábitats ideales para todo tipo de seres vivos, generando, no en pocos casos, focos de infección. Pero si produjera un incendio el conflicto sería aún más grave. En Canadá y Estados Unidos han ardido vertederos con varios millones de neumáticos y las labores de extinción han durado meses; en algunos casos, en la zona afectada, dejó de verse el sol durante semanas. Por eso las soluciones barajadas para eliminarlos desde al menos hace medio siglo son múltiples. Y van desde la incineración para alimentar cementeras a su colocación en la formación de arrecifes y barreras en el mar. También viene de antiguo su empleo en la construcción de carreteras. En los años 40, en Estados Unidos, comenzaron los primeros ensayos e intentaron reconvertirlos en una capa asfáltica; pero no terminaron de dar con la fórmula definitiva. La mayoría de los países de Europa, Australia o Sudáfrica también están luchando para encontrar un sistema adecuado que sea limpio, barato, no contamine, y que permita aprovechar al máximo los componentes del neumático. Un sistema que como el empleado por Dieter Dannert posibilite, al menos, aprovechar el 47% de cada neumático, que es el porcentaje que corresponde a las distintas clases de caucho que tiene. Una neumático pesa 6,5 kilogramos de media. Aparte del 47% de caucho citado, contiene un 22% de negro de humo, un 16% de acero, un 5% de materia textil, y óxido de zinc y diversos productos químicos en distintos porcentajes. Dannert compra su polvo de NFU en Alemania, Portugal y Murcia (en Andalucía no existen empresas que muelan neumáticos). Su principal argumento, a la hora de firmar los contratos es que el polvo de goma tenga un 99,9% de pureza.

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