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Bergara augura un 'acuerdo total' sobre el futuro peaje de la A-8

El PP guipuzcoano exige suprimir el canon en vísperas de su aprobación

El diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, auguró ayer un 'acuerdo total' con la Diputación de Guipúzcoa sobre el nuevo peaje en la autopista A-8 a partir de junio de 2003, cuando termina la actual concesión privada. Bergara restó importancia a los canones diferentes en cada territorio, de cinco céntimos de euro en Vizcaya (aprobado en marzo) y siete céntimos en Guipúzcoa, que tiene previsto ratificarse mañana. El PP guipuzcoano rechazó ayer cualquier peaje porque la Bilbao-Behobia está 'de sobra amortizada'.

Vizcaya pretende lograr un peaje único en los 106 kilómetros de la Bilbao-Behobia, de los que dos tercios discurren por Guipúzcoa, sólo para los usuarios habituales de la autopista (ver EL PAÍS del pasado sábado). El mecanismo para ello se adoptaría a través de las bonificaciones existentes desde hace cuatro años, que desde junio serían inferiores en Vizcaya. Pero esta iniciativa no permite un precio único para los usuarios esporádicos ni para conductores de otras zonas.

Bergara afirmó ayer que el usuario no notará diferencias ni en aspectos técnicos ni económicos cuando la concesión pase a las instituciones públicas vascas, puesto que la autopista será percibida sólo como 'una única infraestructura que va a poder utilizar sin diferencias apreciables'. Confirmó que no va a suscribir el acuerdo sobre la tarifa propuesta en Guipúzcoa, 'pero no va a haber ningún problema porque las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa llevamos varios meses informándonos'.

Añadió que, aunque cada tramo de la A-8 será gestionado por una sociedad distinta, 'la única diferencia va a ser la de caja' al ingresarse el dinero 'por la parte del territorio que recorra el usuario'. Y terminó previendo que las dos instituciones llegarán 'a un acuerdo total y el usuario no apreciará diferencias'.

Las Juntas Generales de Guipúzcoa tienen previsto aprobar mañana el nuevo peaje y las bonificaciones para los usuarios habituales, que oscilarán entre el 25% y el 75% en función del número de viajes realizados, tras el acuerdo entre el equipo de gobierno de PNV-EA y los socialistas. El portavoz del PP en las Juntas de Guipúzcoa, Iñigo Manrique, apuntó que el coste de mantenimiento de la A-8 'se estima en 18 millones de euros', una cifra, a su juicio, 'perfectamente asumible' por la institución foral. Defendió las posibilidades del acuerdo entre diputaciones y Gobierno sobre la Ley de Aportaciones, que establece un plan de inversiones de 600 millones de euros en infraestructuras viarias e hidráulicas, de los que 28 corresponderían a Guipúzcoa.

El diputado de Transportes y Carreteras de Guipúzcoa, Antton Jaime, eludió pronunciarse sobre la propuesta del PP y se remitió a la ponencia de mañana. El socialista Miguel Buen señaló que el pacto de su grupo con el Ejecutivo foral es 'firme y en serio y no se va a mover'. Explicó que el acuerdo recoge que si la Diputación aumenta sus recursos propios o recibe dinero de otras instituciones, estudiará la posibilidad de modificar a la baja los peajes de la A-1 y la A-8 y el nivel de subvención que se aplicará en esta última autopista.

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