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EL CONFLICTO HISPANO-MARROQUÍ

La Armada comienza a retirar su dispositivo en el Estrecho con el regreso del 'Castilla' y la 'Baleares'

Miguel González

Tras el repliegue, el pasado sábado, de los 75 legionarios instalados en Perejil, la Armada ha empezado también a retirar el dispositivo naval que desplegó en aguas del Estrecho y en las proximidades de las guarniciones españolas en el norte de África tras la ocupación del polémico islote por un destacamento marroquí, el pasado 11 de julio. Los primeros en regresar a puerto han sido el buque de asalto anfibio Castilla y la fragata Baleares, que ayer atracaron en la base naval de Rota (Cádiz).

El Castilla, que desplaza 12.490 toneladas y cuenta con 184 tripulantes, zarpó de Rota el 16 de julio y cumplió un papel esencial en el asalto de las tropas españolas ejecutado en la madrugada del 17. Dicho buque embarca un cuartel general de proyección, desde el cual el contralmirante Jesús María Bringas Andújar coordinó las operaciones terrestres, navales y aéreas durante la operación.

La fragata Baleares, con unos 200 marineros a bordo, a la que la Armada ordenó el sábado regresar precipitadamente de Marín (Pontevedra), actuó como escolta del Castilla en el golfo de Cádiz.

Todavía no se ha dado la orden de regreso a las fragatas Numancia y Navarra, que ayer continuaron realizando maniobreas de adiestramiento y vigilancia en Ceuta; ni a las corbetas Infanta Elena y Cazadora, desplazadas a Melilla.

El propósito de Defensa es proceder a una retirada gradual y escalonada, en la medida en que se vaya consolidando la superación de la crisis con Marruecos y evitando transmitir imagen de abandono a las poblaciones de Ceuta y Melilla, a las que se ha querido dar sensación de seguridad y protección.

El coste económico del dispositivo naval no es muy alto; entre otras razones, porque los marineros cobran la misma dieta que en unas maniobras ordinarias junto a la costa y mucho menos que cuando participan en ejercicios de la OTAN lejos de España. Más elevado es el coste humano, pues muchos tripulantes han visto suspendidos sus permisos tras meses de navegación en cualquiera de los escenarios en los que están comprometidas las Fuerzas Armadas españolas.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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