_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Fotos

Bastantes de las instantáneas de la ocupación de la isla Perejil transmitidas por la agencia Associated Press y publicadas en diarios de medio mundo durante la crisis hispano-marroquí eran de Ramón Espinosa, un periodista gráfico valenciano cuya mirada solvente, tranquila y profesional no ha impedido que un puñado de comentaristas se deslizasen por el tobogán de la demagogia en cuanto vieron la bandera ondeando contra otro país. Algunos columnistas de la prensa gubernamental, con un velo de colores rojo y gualda en los ojos, se han apuntado a un patriotismo decimonónico y fanfarrón. El conflicto diplomático, de modales demasiado cuartelarios, ha concitado el aliento de un monstruo estremecedor. Un monstruo como ese que amplían otras fotografías y que destroza la masa verde del interior. En las comarcas de Els Ports, El Maestrat y L'Alcalatén ha hecho estragos la Lymantria dispar, una oruga conocida como 'lagarta peluda' cuyos ejércitos de pesadilla devoran literalmente los carrascales y los convierten en espectros de una catástrofe irreal. Estos días de finales de julio, los bosques de encinas en los que ha hecho presa la plaga, víctimas de la defoliación, parecen haber sido pasto de un fuego cuyas volutas han quedado en el aire convertidas en nubes inquietantes de mariposas grises, resultado de la mutación que experimenta el depredador del paisaje de un verano desolador. Ajena al drama, flojea esa otra plaga anual que alimenta la industria turística. De ahí proceden imágenes insólitas de tumbonas vacías, piscinas a medio gas y playas donde se aclara la masa de anatomías acumuladas junto al mar. Hay que ser comprensivos, ya no con la preocupación lógica del sector, sino con la desazón de una derecha gobernante herida en su identidad que atraviesa, además, un trance de incertidumbre con un relevo interino en la Generalitat. El álbum estival, afortunadamente, no se olvida de los cuerpos que vibran en tanto festival: Pirineos Sur, la Mar de Músicas, Isladecanta, FIB... Al amparo del pop alternativo, el reggae, el rock independiente o el ritmo tradicional, la vida sigue en el Valle de Tena, en Cartagena, en Calvià o en Benicàssim, un año más.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_