La agonía de un Gobierno
En fútbol se dice que se echan balones fuera cuando la defensa, fuertemente presionada por un ataque, lanza la pelota lo más lejos posible de la propia portería. La maniobra fracasa si el balón cae en poder de los delanteros rivales y meten gol. Con la destitución de Rudolf Scharping, Gerhard Schröder ha cometido un error casi de manual de este tipo. Incluso los delanteros del Stoiber CF, tan dados a tropezones y trastabilleos, no podrán por menos que aprovechar este pase de Schröder. Es, una vez más, el viejo modelo del que ya vamos hartándonos: la CDU marca sin haber hecho nada por lograr el tanto; el SPD pierde por cometer nuevas tonterías y no corregir viejos fallos. El caso Scharping es un ejemplo paradigmático de las debilidades del sistema Schröder. (...)
El pasado 18 de julio puede convertirse en una fecha decisiva para el relevo, cada vez más probable, del Gobierno rojiverde. En las últimas semanas, el SPD había ganado algo, en todo caso lo suficiente para despertar nuevas esperanzas dentro y fuera del partido. Se ha puesto un brusco punto final a este proceso, porque con la destitución de Scharping se ha reforzado de forma duradera la impresión de que estamos dirigidos por un Gobierno que ha caído en una agonía terminal. (...) A pesar de que los cristianodemócratas ofrecen sobre todo vino rancio en odres viejos, tal como está el SPD tendrían que hacer muchas tonterías en los 66 días que quedan hasta las elecciones para que el 22 de septiembre no se convirtieran en el principal grupo parlamentario.
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