A remolque del automóvil
El presidente de Ficosa prevé una caída de ventas del 7% en el sector auxiliar
Las ventas de coches, termómetro inequívoco de la coyuntura económica española, han caído un 9,2% en lo que va de año. El consiguiente recorte de la producción en una industria que exporta más del 80% de lo que fabrica en España, y que tiende a reducir el número de proveedores directos, arrastra consigo a los suministradores de componentes. Josep Maria Pujol, presidente de la patronal de este sector auxiliar, Sernauto, calcula que la caída de este año para los fabricantes de componentes se situará entre un 6% y un 7%, tras un año de producción récord como 2001. Pero pone cara de no gustarle nada pronosticar. '¿Alguien sabe de verdad cuándo llegará la recuperación? Se ha ido retrasando cada vez, y la única forma de reaccionar, en el mundo del automóvil y en todos, es con mucha serenidad', sostiene Pujol, presidente también de Ficosa, el tercer grupo auxiliar del automóvil del mundo, aunque, con sus 667 millones de euros de ventas, se mantiene a gran distancia de las primeras, Magna Donnelly y Schefenacker.
En un marco de incertidumbre internacional que abarca a sus mercados principales, Alemania y Francia, Ficosa se inquieta por la dura competencia de Asia y Europa del Este. 'Tenemos que conquistar estas zonas, hay que estar allí', exclama Pujol, como si justificara sus fábricas en Polonia, Eslovenia, Turquía, India o Corea, cinco de los 14 países donde Ficosa produce.
El pasado 9 de julio, el grupo, un conglomerado de 26 empresas, anunció un acuerdo de asistencia técnica con la empresa china de retrovisores Shanghai Benyuan. El acuerdo deja en manos de Ficosa la gestión, con ayuda de directivos propios de origen chino. La empresa catalana tiene una opción de compra del 70% de la compañía china en un plazo de cuatro años. Es exactamente la misma fórmula pactada en marzo pasado con la firma rumana SC UAMT. En ambos casos, el valor del acuerdo es secreto.
En un año marcado por el cierre de la planta de la multinacional Lear en Cervera (Lleida) por traslado de producción a Polonia, con más de 1.000 despidos, resuenan aún las palabras del actual presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, alertando sobre la pérdida de competitividad de España. El presidente de Ficosa insiste en que España, donde localiza el 40% de las ventas, sigue siendo competitiva, aunque pone todo el énfasis en la necesidad de volcarse en la innovación tecnológica para no quedarse atrás. En todo caso, Ficosa, que este año se enfrenta a un estancamiento de ventas, ya sabe lo que es cerrar fábricas. Tras la compra de la división de retrovisores de la compañía Magneti Marelli, del grupo Fiat, en 2000 y por 70 millones de euros, el grupo repensó la estructura de fábricas que tenía y se llevó por delante la de Mollet del Vallès, que había llegado a tener 263 trabajadores, aunque se recolocó a buena parte de la plantilla y el cierre se hizo sin ruido. También cerró la fábrica de Turín, con 280 trabajadores, cansada de las huelgas y breves paros que proliferaban, aunque en la zona ha dejado un centro de I+D. Ficosa no tiene previsto por el momento otros cierres. Ahora, en los espacios vacíos de Mollet, montará su mayor centro técnico de España, con más de 500 personas.
Entre otros centros de investigación destaca el de Michigan, en Estados Unidos, mercado al que se ataca desde las dos plantas de producción en Monterrey (México). Sin embargo, Ficosa es consciente de que la única tarjeta de presentación que vale en EE UU es producir en el país, y espera poder comprar algún socio local en cuestión de meses. 'Nuestro auténtico reto, mi auténtico sueño, es producir en Estados Unidos'.
El capital de Ficosa, de propiedad familiar, sólo se ha abierto a las entidades Unión de Bancos Suizos, UBS, (6%) y LB-BV (5%), que entraron tras la firma, en diciembre de 2000, de un crédito sindicado de 25 bancos por 180,3 millones de euros para financiar adquisiciones e inversiones.
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