El presidente catalán aboga por la expulsión de los inmigrantes irregulares

Pujol solicitó al Gobierno del PP que pida visados a todos los suramericanos en el aeropuerto de Barajas, punto que es considerado como la principal puerta de entrada a España de inmigrantes procedentes de Suramérica. 'Desde que se pide visado a los turistas de Colombia, ha disminuido fuertemente la inmigración procedente de ese país', señaló. El presidente de la Generalitat formuló esta petición en Lleida, donde en estos momentos existe un grave problema a causa de los centenares de temporeros que esperan encontrar un trabajo prácticamente inexistente en la campaña de la fruta. La mayoría de estos temporeros proceden de países del Magreb y del África subsahariana.

El presidente catalán reconoció que el fenómeno de la inmigración es difícil de controlar en todos los lugares, pero especialmente en España, por su propia configuración geográfica. Respecto al caso de Lleida dijo que el problema se agrava porque no hay trabajo para todos los temporeros, ya que en los últimos años se ha impuesto la contratación en origen, sobre todo Colombia, Marruecos y Rumanía. También puede pasar, como ha ocurrido este año, que una granizada merme la cosecha de fruta y se necesite menos manos de obra.

Críticas a Canarias

Pujol aseguró que es muy difícil evitar la llegada masiva de inmigrantes a Lleida desde Andalucía y Canarias. El presidente añadió que la llegada a la Península de inmigrantes marroquíes y subsaharianos a través de Fuerteventura no ha disminuido y criticó el hecho de que de esta zona 'cuando sobra gente la envían', en referencia a Cataluña. De esta forma, Jordi Pujol hace extensible a Canarias la queja que hizo la Generalitat hace unos días respecto a la zona de Andalucía, ya que se criticaba que desde esta comunidad autónoma se enviaran hacia Cataluña importantes contingentes de inmigrantes.

'No podemos enviar a los Mossos d'Esquadra para que controlen a las personas que suben a los aviones', comentó. 'Por eso una de las cosas que nosotros pedimos es que el Gobierno español exija visados. Hay muchos países, sobre todo en Suramérica, de los que viene gente sin visados y nosotros entendemos que se han de pedir para que esto no sea un colador'. [En la actualidad los ciudadanos de Cuba y Colombia precisan visado para entrar en España].

En esa misma línea, Pujol también considera imprescindible una mayor vigilancia en las fronteras, aun sabiendo que algunas son prácticamente imposibles de controlar desde que entró en vigor el Tratado de Schengen. No obstante, Pujol considera que hay otras fronteras más fáciles de controlar, como la ferroviaria de Portbou, 'donde la Guardia Civil y la policía podrían hacerlo mejor'. En opinión del dirigente catalán, 'la principal entrada de inmigrantes magrebíes y subsaharianos no se produce, como se cree, a través del estrecho de Gibraltar, sino por la isla canaria de Fuerteventura'.

La exigencia de visado a ciudadanos colombianos suscitó polémica en marzo del año pasado. El premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y otros seis destacados intelectuales colombianos remitieron una carta al presidente del Gobierno, José María Aznar, en la que le comunicaban su decisión de no volver a pisar España mientras se mantenga la exigencia de visado. La medida fue aprobada el 15 de marzo de 2001 por los ministros de Interior y de Justicia de la Unión Europa gracias precisamente a la abstención de los representantes españoles.

García Márquez, quien vivió en España durante el franquismo, recordó a Aznar su 'hondo convencimiento de no ser ajeno a España'.

Expulsiones más eficaces

Jordi Pujol se ha mostrado reiteradamente partidario de expulsar a los inmigrantes que no reúnan los requisitos legales para permanecer en España. En Lleida, donde ayer participó en un coloquio con más de un centenar de empresarios, dijo que 'hay gente a la que se debe expulsar', refiriéndose a los inmigrantes irregulares. No obstante, insistió en que los que se queden en territorio español y tengan su situación regularizada deben recibir 'un trato no discriminatorio tanto en el trabajo como en la atención sanitaria, la escuela y los servicios sociales'.

Por lo que respecta al ámbito sanitario, Pujol informó de que la Generalitat ha entregado en lo que va de año unas 120.000 tarjetas sanitarias a inmigrantes y precisó que no todos tienen su situación regularizada en el país.