Multa de 360.000 euros a una empresa por contratación irregular de trabajadores chilenos
La Inspección de Trabajo ha impuesto una sanción de 360.000 euros (unos 60 millones de pesetas) a la empresa tarraconense del sector de la construcción Carbonell Figueras por infringir la Ley de Extranjería en la contratación de 60 trabajadores chilenos.
La Inspección de Trabajo ha impuesto una sanción de 360.000 euros (unos 60 millones de pesetas) a la empresa tarraconense del sector de la construcción Carbonell Figueras por infringir la Ley de Extranjería en la contratación de 60 trabajadores chilenos.
Los empleados, registrados en la provincia de Tarragona, fueron trasladados a la de Barcelona sin que la empresa solicitara la autorización pertinente. Esta falta está tipificada como muy grave. La empresa, que ayer todavía no conocía la sanción, rechazó pronunciarse al respecto.
Los 60 inmigrantes chilenos fueron contratados para trabajar en la provincia de Tarragona, según consta en el permiso de residencia y trabajo que les fue concedido a finales del mes de marzo y que tiene vigencia de un año. Sin embargo, los trabajadores fueron traslados, ya el día de su llegada desde Chile, al polígono Can Sant Joan de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona.
Según explicó ayer a este diario la inspectora responsable del caso, Mercedes Ercilla, la empresa Carbonell Figueras debía solicitar la 'modificación del ámbito geográfico' a la Subdelegación del Gobierno de Barcelona. Estos empleados trabajan en Sant Cugat del Vallès, pero están regulados por el convenio de la construcción de Tarragona, cuyos sueldos son inferiores.
La sanción, que la empresa puede recurrir por la vía administrativa, recoge un total de 60 infracciones (correspondientes a cada uno de los trabajadores) de 6.000 euros cada una. Sin embargo, Ercilla aclaró que la actuación inspectora todavía no ha concluido, pues quedan pendientes de resolver otras presuntas irregularidades, sobre las que la empresa no ha entregado toda la documentación requerida.
Rebaja salarial
La investigación a Carbonell Figueras se abrió a raíz de una denuncia presentada por el sindicato CGT. Los trabajadores chilenos aseguran haber sido engañados en las condiciones laborales que pactaron en Chile con el mismo dueño de la constructora, Luis Carbonell Figueras, pues, según dicen, se les ha rebajado la categoría profesional y el sueldo, trabajan más horas de las acordadas sin cobrarlas y duermen en barracones. Además, cinco de los empleados fueron despedidos 'por haber terminado los trabajos de la especialidad para los que fueron contratados en la obra Babcock', que la constructora todavía no ha empezado y en la que los inmigrantes chilenos no han trabajado. Tras ser despedidos se les entregó un billete de avión cerrado con destino a Chile. Dos de ellos se marcharon; los otros tres se han quedado; 'para que se nos trate con dignidad', explican.
Trabajo ha abierto otra investigación a esta empresa después de que uno de los trabajadores chilenos, L. V. H., de 37 años, resultara gravemente herido el pasado miércoles al caer de una altura de 12 metros mientras trabajaba.
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