La 'cuña verde' de Moratalaz arde cuatro veces en dos semanas

Temperaturas muy altas y ganas de dañar las zonas verdes. Ésta ha sido la combinación que ha calcinado, en cuatro incendios ocurridos en sólo dos semanas, 726 pinos carrascos y una docena de encinas de la cuña verde de Moratalaz. Los vecinos responsabilizan al Ayuntamiento, ya que la zona no está limpia de maleza. La junta de distrito asegura que no puede hacer nada porque los fuegos son intencionados.

Los árboles abrasados forman parte de las cerca de 20 hectáreas que la Junta Municipal de Moratalaz plantó hace ocho años en la cuña verde, un gran triángulo de terreno sin urbanizar que se extiende entre el eje de O'Donnell y las calles del Doctor García Tapia y de la Fuente Carrantona. Pero lo que debería ser un parque forestal es hoy un extenso erial, donde sobrevive como puede el millar de árboles que no han sido pasto de las llamas.

Los vecinos denuncian que, a diferencia de otros años, el terreno en el que crecen los pinos no ha sido arado para eliminar las malas hierbas. En esta ocasión sólo se han segado, quedando rastrojos que han quemado muy fácilmente.

'Con el calor, las malas hierbas se secan y cualquier fuego se extiende con gran rapidez', explica Juan Manuel García, vecino de la calle de José Bergamín. 'Los árboles tienen sólo ocho años, y aún son demasiado bajos para salvarse cuando arden los pastos', añade.

El primer incendio afectó a la zona del parque junto a la calle de José Bergamín. Fue a las 23.30 del 26 de junio, y en él ardieron 422 pinos carrascos y una encina. La gran mayoría de los árboles quemados ha muerto, aunque algunos 'podrán recuperarse ya que el fuego sólo quemó parte de las copas', que tienen una altura de entre uno y cuatro metros.

Sólo dos días después, el 28 de junio, se desató un nuevo fuego justo donde los bomberos habían logrado sofocar el primero. Ese día ardieron otros 102 pinos. El 1 de julio, un tercer incendio afectó a la parte de la repoblación que está junto al eje de O'Donnell, en la calzada que va desde el puente de la M-30 hasta la M-40: 132 pinos y varias encinas resultaron afectados. El último fuego se desató el 7 de julio junto al colegio José de Pasamonte, en la calle del Doctor García Tapia. Ardieron 70 pinos más.

La Junta de Moratalaz asegura que ha seguido con 'mucha preocupación' la sucesión de incendios, pero argumenta que no puede hacer nada ya que todos los fuegos han sido intencionados, por la acción de algún pirómano o como resultado de una gamberrada.

Un portavoz del distrito explica que 'el objetivo ahora es conseguir que la zona recupere el arbolado cuanto antes'. El coste de la nueva plantación correrá a cargo de Cespa, la empresa que tiene el contrato de mantenimiento de este espacio hoy ennegrecido por las cenizas que ha acumulado tras los cuatro incendios.