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Las dos últimas novelas, todavía inéditas

El autor de María República (1975) o Ana Non (1977) escribía sus novelas de un 'tirón', de forma manuscrita, según han revelado los trabajos de documentación para la confección del fondo bibliográfico. Después de tenerlas manuscritas, Gómez-Arcos las mecanografiaba para poder corregir sobre la letra impresa para después, una vez más, volverlas a mecanografiar con la redacción definitiva. Todos los documentos clasificados ahora por el IEA se encontraban en París y, tras la muerte del escritor, han sido cedidos por su familia a la institución.

Además de la ingente obra donada, entre los documentos clasificados hay dos joyas literarias, Prédateurs d'enfance (1994-96) y Feu grand-pére (1996-97), las dos últimas novelas de Gómez-Arcos, aún inéditas.

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'Lo lógico ahora sería digitalizar toda esta documentación para ponerla en valor realmente, además de que el IEA confeccione una página web que contara la vida y obra de uno de los más grandes dramaturgos que vio nacer la tierra de Almería', sugiere José Ángel Santiago Lardón.

En su labor de documentalista, Santiago Lardón también ha destacado algunas claves del dramaturgo. 'Uno de los secretos de su éxito fue el hecho de que al escribir en francés, pero pensar en español, gozara de una libertad de miras insólita y de una frescura en la gramática francesa envidiable por el resto de escritores', dice Santiago Lardón.

Pero Gómez-Arcos se consideró 'siempre' dramaturgo antes que novelista y quienes se han especializado en su trabajo, como Feldman, adivinan un 'embrión de novela' en cada obra de teatro. 'Él me confesó que tenía una pesadilla frecuente: se encontraba atrapado en una casa y no podía salir hasta que volviera a escribir teatro', rememora la profesora con nostalgia. Su amor por el teatro se filtraba sin querer en su obra narrativa y, no en vano, muchas de sus novelas consiguieron un inusitado 'matiz teatral' por los diálogos que incluyen y que consiguen hacer del lector un espectador. Muchas de ellas, como Ana Non, se adaptaron para interpretarlas en las tablas. Fue también esta novela la única llevada al cine de la mano del director Jean Prat en 1985, a través de una producción del Canal 1 de la televisión francesa.

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