BORIS BECKER: LA BOLSA Y LA NOVIA

El soltero de oro en Alemania, el ex tenista y estrella del mundo del corazón Boris Becker, de 34 años, se ha quedado de nuevo sin novia. Su relación con la americana Patricia Faramed, de 28, que comenzó hace cinco meses, se acaba por 'la falta de sinergia entre nosotros', dijo ella públicamente este fin de semana. Y allí estaba el periódico Bild am Sonntag para comunicárselo inmediatamente a los fans del rey de la raqueta: 'Se acaba la más bonita historia de amor de este año'. Pero el problema de entendimiento entre la pareja se centra, más bien, en asuntos de descendencia, dice el tabloide alemán. Ella quiere hijos. Él no. Ella quiere casarse. Él no. Becker se separó hace año y medio de su esposa Bárbara, con la que tuvo dos vástagos. Y tiene un tercero producto de su affaire con la rusa Angela Ermakowa. Pero no son los niños el mayor problema del multimillonario Boris Becker en los últimos días. El fisco alemán le reclama muchos millones de euros que él ha olvidado pagar. Un asunto feo que se relaciona con su cambio de residencia a Mónaco -aunque realmente viva en Múnich- y con su empeño por ocultar la cuantía de su fortuna (dicen que de más de 100 millones de euros) en vez de enseñarla, como hace la mayoría de los mortales. De momento, la cosa está en manos de los juzgados de Múnich. El triple campeón de Wimbledon, según algunas publicaciones, es sospechoso de haber defraudado al fisco alemán una suma cercana a los 4,8 millones de euros en 1992 y 1993. Sus abogados negocian. En caso de pleito, puede llegar a ser condenado a prisión. Hay un precedente cercano: Peter Graf, el padre de la ex número uno del tenis femenino Steffi Graf, fue condenado en 1997 a tres años y nueve meses de prisión. Mientras tanto, Becker se ha ido de vacaciones con sus hijos.-