Inexistencia
'Tienen los pechos operados, su nombre es falso, y encima fingen... ¡Justo lo que buscabas!', decía el anuncio de una página web para adultos que apareció el jueves en este periódico. Me lo he guardado en la cartera para enseñárselo a quien diga que la gente está empachada de ficción y que por eso ha muerto la novela. Todo lo contrario. Cuando se vive una aburrida época de estabilidad política, bienestar económico y mediocridad creativa, la realidad acaba siendo suplantada por la ficción, que generalmente es mucho más estimulante. Si la ficción no hubiera sustituido a la realidad, no tendríamos tan claro que sólo existe lo que sale por televisión. Durante algún tiempo la principal reivindicación de Izquierda Unida, la fuerza política supuestamente más apegada a la realidad, ha sido que en las Noticias del Guiñol se incluyera el muñeco de su secretario general. Lo que pedían es que Gaspar Llamazares fuera admitido en la ficción para obtener de ese modo consistencia real.
Hoy salir en televisión no es suficiente para alcanzar la existencia. Es necesario además conquistar un dominio en el mundo paralelo de Internet. Si no tienes una página web no eres nadie. Hay empresas que han pagado fortunas por recuperar su nombre virtual, que había sido registrado por algún particular astuto antes de que los demás descubriéramos dónde estaba la verdadera realidad. Y conozco poetas neoplatónicos que han luchado en este mundo de sombras y han ido a juicio para reconquistar sus dominios en el mundo de la verdad.
Consciente de que la virtual es hoy la única realidad que puede transformarse, la Junta está reforzando su perfil cibernético. El Consejo de Gobierno acaba de aprobar un libro de quejas por Internet y un tramitador único de expedientes; y la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico ha ayudado económicamente a 766 familias andaluzas que se querían comprar un ordenador. Y por si fuera poco, Chaves charló el otro día con los internautas, y se dejó fotografiar a bordo de un ordenador portátil con gesto de titánica concentración.
Todo esto para nada. Ciberpaís, el verdadero suplemento cultural de este diario, ha examinado por segundo año consecutivo las webs municipales de España, y las de los ayuntamientos andaluces no han salido muy bien paradas. No hay ninguna entre las diez mejores. Las webs de Málaga, Cádiz, Córdoba y Granada son útiles; las de Dos Hermanas, Huelva y Jaén son básicas; y las de Marbella y Jerez de la Frontera, simplemente turísticas. Aunque las de Málaga, Córdoba y Granada permiten la descarga parcial de documentos, desde ninguna de ellas es posible realizar pagos. Pero lo más llamativo del informe es el descubrimiento de que a estas alturas de la Segunda Modernización de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla, la capital de Andalucía y la cuarta ciudad más importante de España, no tiene página web; no existe. El otro Ayuntamiento andaluz sin existencia es el de Almería; pero esta noticia lejos de inquietarnos nos ha aliviado, porque hasta la fecha no habíamos logrado entender cómo una ciudad real podía disfrutar de tantas infraestructuras inexistentes.
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