"De pequeño me llamaban Hiro Hito"
Pregunta. Tercera vez que le nombran presidente de las eléctricas. ¿Es usted un iluminado?
Respuesta. No. Yo procuro no estar iluminado en la vida, saber de lo que sé y de lo que no sé. De chispas sé algo.
P. ¿Da calambre?
R. Procuro no darlo, porque el calambre no sirve más que para matar o para producir un efecto de segundos, y yo pretendo producir efectos más constantes.
P. Cree que le sobra energía.
R. Tengo que limitarla a veces.
P. Tras 43 años en el sector, ¿qué ha conseguido por enchufe?
R. Por enchufe en el sector se consigue dar luz. Pero de lo otro, nada.
P. ¿Qué hace que se le encienda la bombilla?
R. Las injusticias, las mentiras, las deshonestidades.
P. Dicen que le gusta demostrar que manda y que viene de gente que manda.
R. A mí me gusta mandar cuando tengo que mandar, pero utilizo una frase: 'Si sé que no sé y puedo estar con los que saben, siempre eres el que más sabes'. Es la humildad evangélica.
P. Argumente que no va de perdonavidas y prepotente.
R. A mí nunca me han llamado eso, aunque sí cosas peores.
P. ¿Como por ejemplo?
R. De pequeño me llamaban Hiro Hito.
P. Por su porte imperial, sin duda.
R. No, por el físico, porque me debía de parecer. Y lo que me ha dolido más es que alguna vez me han dicho que soy cursi.
P. Demuéstreme su poderío: ¿Podría hacerme una rebajita en la factura de la luz?
R. Imposible. Nunca se ha rebajado la luz en Iberdrola. Ni a las monjitas más necesitadas.
P. El año pasado apeló, con Martín Villa, a posibles apagones para no bajar las tarifas. Y los apagones se produjeron. ¿No es un método algo Al Capone?
R. Nosotros nunca mantenemos una posición de fuerza con la Administración, que es el regulador, porque no conduce a nada. Somos un sector transparente.
P. Se hunden las bolsas, caen empresas en todo el mundo. ¿Al capitalismo le quedan dos telediarios?
R. No, todo lo contrario. El problema actual es el cambio acelerado motivado por la globalización, derivado del auge de las telecomunicaciones.
P. La Reina de Inglaterra gasta 500.000 euros en luz. ¿Es un chollo para el sector?
R. Yo no sé cómo funciona la Casa Real inglesa, y me imagino que se le cobrará, como se cobra en España a la Casa Real y a la Presidencia del Gobierno.
P. Tiene fama de donjuán.
R. Evidentemente, las mujeres me gustan mucho. Pero nunca he roto corazones, desgraciadamente para mí. Y vivo feliz con mi familia.
P. Deme una pista sobre sus preferencias.
R. Soy absolutamente contrario a todo lo que se llame feminismo. En la mujer han de valorarse sus características: ser femenina, ser madre, si lo puede ser, y otras cosas básicas, que son las que hacen que se la respete.
P. 'Soy un gran admirador de la obra de Franco'. ¿Qué opina su director espiritual?
R. Mi director espiritual no habla de esas cosas conmigo. Franco aportó fundamentalmente el que durante unos años no estuviese politizado todo, evidentemente sin libertad, aunque libertad en la calle existía.
P. Para ser perfecto, ¿le falta sólo haber nacido en Neguri?
R. He nacido en Aravaca. Pero fíjese lo que ha cambiado España, que cuando iba al colegio tenía complejo de llamarme Íñigo y de haber nacido en Aravaca.
P. Cuando se pone romántico, ¿se permite encender una vela?
R. No. Yo procuro ser romántico con la palabra. Aunque mi mujer tiene la casa llena de velas.
P. No habrá pensado en el divorcio, ante tan desleal competencia.
R. El divorcio es una palabra que no he conocido, salvo en las discusiones normales, de las que me voy, porque fumo.
P. ¿Qué virtudes le alumbran?
R. En la vida es importante tener unos valores éticos, aprender, oír y tomar decisiones. Otra actitud de mi familia, que para mí es la gran virtud del pueblo vasco, es la constancia.
P. Tiene la medalla de oro al Mérito Penitenciario, ¿cree que le vacuna contra hipotéticos problemas?
R. Bueno, esto se lo tomo como broma [ligera risa]. A un juez eso no le afecta para nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.