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Reportaje:

Maros Kolpak, el 'bosman del Este'

Un portero eslovaco está a un paso de que el Tribunal de la UE le admita como comunitario

Jean Marc Bosman, el futbolista belga que dio un vuelco al deporte europeo, está a punto de tener sucesor. Es eslovaco, portero de balonmano de un equipo de la Segunda División alemana, el TSV Östringen, y se llama Maros Kolpak. En función del Tratado de Asociación que une a la Unión Europea con Eslovaquia, reclama que no se le considere jugador extranjero, sino que ocupe plaza de comunitario. Lo mismo que él han pedido otros cientos de deportistas procedentes del Este en los últimos años. Ya hay decenas de sentencias particulares. En España, por ejemplo, los baloncestistas Sherron Mills, Timinskas o Karnisovas; los futbolistas Ilie, Onopko o Contra, los balonmanistas Lapcevic o Kiselev... Pero ésta será definitiva. La sentencia que dicte el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en el caso Kolpak sentará jurisprudencia.

El asunto quedó ayer visto para sentencia. Ahora debe deliberar el tribunal compuesto por 15 jueces, uno de cada Estado miembro. La decisión se espera para noviembre o diciembre. Sin embargo, hay indicios que hacen pensar a Kolpak, y a todos los deportistas en su mismo caso, que triunfarán. La vista de ayer, celebrada en la Corte de Luxemburgo, se cerró con las conclusiones de la abogada general Christine Stix-Hackl, la encargada de trabajar en el caso y que, después de escuchar a las dos partes -por un lado, el jugador, y por otro la demandada, la Federación Alemana de Balonmano, que ha contado con el apoyo de los consejos superiores de deportes de España, Francia, Italia y Grecia-, ha emitido un informe inequívoco: la actuación de la federación alemana es 'contraria al acuerdo UE-Eslovaquia', dice el pronunciamiento, que no es vinculante. Sin embargo, la experiencia dicta que en la mayoría de los casos el tribunal suele inclinarse del lado de los abogados generales, cuya posición debe ser neutral.

Stix-Hackl recuerda que el Tratado de Asociación permite la libre circulación de trabajadores de los países afectados. En total son 13: Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia, República Checa, Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Eslovenia, Malta, Chipre y Turquía. Además, la ley Bosman le sirve para justificar sus argumentos. En los últimos meses la comisaria europea Vivianne Redding, ha sostenido la misma opinión.

Sea en un sentido u otro, la sentencia sentará jurisprudencia y no existe recurso o apelación que valga. Por tanto, debería suponer la retirada casi inmediata de todos los juicios pendientes por el asunto de los llamados comunitarios B. El Gobierno español, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), ha defendido la postura más restrictiva. De las grandes ligas europeas, tanto en fútbol como en baloncesto o balonmano, las españolas son las únicas donde no se admiten a estos jugadores como comunitarios. El CSD, que defiende a la parte demandada, cree que la línea argumental de la abogada general 'es equivocada'.

Antes de Kolpak, hubo otros deportistas que intentaron lograr este paso ante la UE. Quien más lejos llegó fue el futbolista húngaro Tibor Balog pero, gracias a un acuerdo con la FIFA, retiró la demanda la víspera de la vista final. En el caso del eslovaco, ya no es posible una marcha atrás. Todo queda en manos de los jueces. Tras sostener una larga batalla legal en Luxemburgo desde 2000, Maros Kolpak podría, como Bosman, pasar a la historia por sus logros judiciales más que por su trayectoria deportiva.

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