Renace la vida en el delta del Llobregat
Un pequeño crustáceo coloniza el río tras la puesta en marcha de la depuradora
La puesta en marcha, el pasado mes de junio, de la depuradora del Baix Llobregat está reportando importantes beneficios al entorno del delta y a la desembocadura del río Llobregat. Tras la recuperación para el baño de la playa de El Prat -durante décadas, el punto negro del litoral catalán-, ahora es el último tramo del río, que hasta hace muy poco era una cloaca al aire libre donde iban a parar todos los residuos de los municipios del entorno, donde se empieza a notar un cambio importante: la presencia, por primera vez en muchos años, de flora y fauna indicativas de una mejora en la calidad del agua.
La recuperación biológica del río que tradicionalmente ha alimentado a Barcelona, la demuestran los últimos controles analíticos que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de El Prat, que realiza pruebas cada dos meses en cuatro puntos del río a su paso por el municipio, desde la zona de Cal Monjo hasta la misma desembocadura.
Los análisis físicos, químicos y bacteriológicos han puesto en evidencia la presencia de cladóceros (Daphnia), un pequeño crustáceo planctónico que se ha encontrado en los márgenes del río e incluso en la zona de la desembocadura. El Ayuntamiento recuerda que hace décadas que no se observaban estos animales microscópicos en la zona.
En el tramo superior, entre el puente de la Pata Sur y el de la autovía de Castelldefels, se han observado diversas matas de la planta acuática Potamogetón pectinatus, algunas de ellas en el lecho del río. Esta planta es típica de canales y fue desapareciendo de esta zona conforme iba aumentando el grado de contaminación del río y las condiciones no le permitían sobrevivir.
Aparte de las comprobaciones más elementales, los resultados de los análisis llevados a cabo por el Ayuntamiento de El Prat también muestran un considerable aumento de la concentración de oxígeno en el agua así como una reducción de la contaminación fecal, dos indicadores del estado de salud del río y que explican el todavía tímido resurgir de la flora y la fauna.
Sin embargo, pese a la mejora, los análisis aún detectan otros elementos contaminantes en valores demasiado elevados que impiden, de momento, la vida acuática, como el amonio, una forma de nitrógeno proveniente de los vertidos, aunque se prevé que la concentración de este componente químico vaya disminuyendo paulatinamente gracias a la derivación de los residuos a la nueva depuradora y a la propia capacidad del río para autodepurarse debido a la actividad de determinadas bacterias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.