El paro creció en Alemania en junio en 8.000 personas y roza los niveles de 1998
Todas son malas noticias en estos días para el canciller alemán, Gerhard Schröder. Tras el fracasado rescate del fabricante de bienes de equipo Babcock Borsig (con 13.000 empleados en Alemania) el lunes, ayer se confirmó que la pretendida reducción del desempleo sigue siendo desastrosa: en vez de disminuir, como casi siempre suele hacer en este mes, el paro aumentó en junio, hasta las 3.954.000 personas inscritas en la Oficina Federal de Empleo (8.000 más que en mayo, lo que sitúa la tasa de desempleo en el 9,5%). Hace un año, en este mismo mes, los desempleados eran 260.000 menos (8,9% de la población activa).
Mírense por donde se miren, las estadísticas dadas a conocer ayer dejan pésimamente parado al Gobierno y su política laboral. Además, el actual nivel de desempleo es el más alto desde junio de 1998, cuando Schröder aún no había asumido el poder y los desempleados sumaban 4.075.000. Esto es: en cuatro años de gestión, un Gobierno que llegó al poder con la promesa de reducir drásticamente el desempleo, apenas ha logrado reducirlo en 121.000 personas. Peor aún: desde la reunificación, en 1991, no se registraba un desempleo tan alto en un mes de junio en el este del país.
El aumento tiene que ver con algunas razones técnicas (el ade-lanto de las vacaciones en algunos Estados federados, por ejemplo) y con la lentitud con que la economía alemana vuelve a calentar motores, según explicó ayer Florian Gerster, presidente de la Oficina Federal de Empleo. 'Estas estadísticas de paro son una mirada hacia atrás', afirmó Gustav-Adolf Horn experto del instituto económico DIW. El problema es que tampoco la mirada hacia adelante es demasiado prometedora: el DIW pronosticó ayer que Alemania apenas crecerá un 0,6% este año, la misma escuálida tasa del 2001.
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