Las barbas de tu vecino
La Federación acusa a la seleccionadora de balonmano, técnica a la vez del Osito, de hacer del combinado nacional 'su corralito particular'
Quienes recelan de que Javier Imbroda pueda compaginar con éxito y sin polémicas los cargos de seleccionador nacional y entrenador del Real Madrid tras el Mundial de Indianápolis (del 29 de agosto al 8 de septiembre) ya tienen un precedente al que agarrarse. Después de casi dos años compatibilizando la selección femenina de balonmano y su club, El Osito L'Eliana de Valencia, Cristina Mayo medita abandonar el combinado nacional por diferencias con la Federación Española, presidida por Jesús López Ricondo, quien ayer le mandó a la entrenadora madrileña, de 50 años, un mensaje contundente: 'Mayo no puede hacer de la selección su corralito particular. Queremos a alguien un tanto más independiente'. El contrato de Mayo con la Federación finaliza el próximo 30 de septiembre, y su renovación parece improbable pese a que la actual seleccionadora clasificó al combinado nacional por primera vez para un Mundial, el disputado en Italia en diciembre de 2001 (España fue eliminada en octavos de final por Francia).
Pero atendiendo a las últimas manifestaciones, es obvio que las relaciones entre la Federación y Cristina Mayo se han deteriorado desde que en septiembre de 2000 la preparadora madrileña se convirtiera en seleccionadora nacional, cargo que ha compaginado con la dirección de El Osito, actual campeón de Liga.
'Cristina Mayo', afirma López Ricondo, ' está muy volcada en su equipo. La idea de la Federación era que poco a poco, sin marcarse plazos, fuera dejando su club para dedicarse únicamente a la selección. Y no parece que sea así. Con ella no hay apenas diálogo; o no tiene tiempo o está ilocalizable. Tiene que haber un mínimo de diálogo, y no sólo para exigir. Lo cierto es que la relación con ella no me hace especialmente feliz'.
Mayo, mientras, deshoja la margarita sin aclarar cuáles son las causas de su disgusto: 'No sé aún lo que voy a hacer. Tengo pendiente una conversación con el presidente de la Federación. Si no aceptan mis condiciones dejaré la selección cuando finalice el contrato', afirma Mayo, a quien le debió sentar como un tiro que los dirigentes federativos le insinuaran tras el Mundial de Italia la conveniencia de rejuvenecer la selección.
'La renovación es necesaria. Y cuanto antes, mejor', lanza López Ricondo. La convocatoria de una jugadora de El Osito, Izaskun Múgica, de 38 años, en la última eliminatoria clasificatoria para el próximo Europeo, disputada recientemente, acentuó el malestar de la Federación. 'Por cada día que una jugadora está concentrada cobra más de 100 euros en dietas. ¿Por qué Mayo convoca a una jugadora de 38 años que para colmo no juega ni un solo minuto?', lamentaba ayer un dirigente federativo.
El baloncesto ha intentado la misma vía: Javier Imbroda es desde la semana pasada entrenador del Real Madrid y seleccionador a la vez. Y su hermano el balonmano, dado el éxito de su propia experiencia, le manda el mensaje de que vaya poniendo sus barbas en remojo.
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