La Diputación de Castellón compró y catalogó en 1989 olivos milenarios para evitar su expolio

La Diputación de Castellón compró, en 1989 y bajo la presidencia del socialista Francisco Solsona, algunos olivos milenarios que fueron trasladados a una granja que la institución posee en Borriol. La compra se realizó después de que el equipo de gobierno fuera alertado por sus diputados de las comarcas del interior de la venta que se estaba produciendo de estos árboles, debido al elevado coste de su mantenimiento para las exiguas arcas de los agricultores. Entonces, hace 13 años, los olivos se vendieron, principalmente, para leña, un destino muy distinto al actual, momento en el que sirven de la ornamentación de los jardines de aquellos que pueden pagarlo.

Además de la compra, la Diputación encargó la elaboración de un catálogo de estos ejemplares en los municipios de La Jana, Canet lo Roig, Traiguera y Sant Mateu, donde se concentra la mayor parte de los olivos milenarios de la provincia de Castellón. El catálogo, editado el mismo año, incluía además un guía ciclo-turística con el fin de que los propietarios tuvieran una motivación para su mantenimiento, además de difundir la existencia de este patrimonio arbóreo. Estas dos iniciativas tuvieron sus frutos y algunos de los olivos condenados a desaparecer como alimento del fuego fueron trasplantados en la granja de la Diputación. Desde allí, los jardines públicos e incluso algunas rotondas fueron sus últimos destinos. En otros casos, sus propietarios apostaron por su mantenimiento como un valor patrimonial que había sido objeto de catalogación.

El actual presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se desentendió el pasado viernes de la protección a los olivos milenarios alegando que se trata de una competencia que no corresponde a dicha institución. Incluso Fabra bromeó sobre varios ejemplares que posee en su residencia de Les Platgetes, a los que otorgó el calificativo de 'muy bonitos'.

Compromiso del PP

Por su parte, el portavoz adjunto del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Maluenda, quiso ayer dejar clara la existencia de un 'compromiso muy serio' de su grupo por 'analizar el contenido de la proposición de ley socialista y sopesar los pros y contras que pueda generar esta iniciativa'. Maluenda dijo, respecto al expolio de los olivos milenarios de Castellón, que es un asunto que 'está ahí', que 'hay que analizarlo con toda la seriedad y buscar las vías más adecuadas para erradicar esas situaciones que ahora se están produciendo'. El portavoz adjunto del PP en las Cortes fue tajante al concluir que hay 'sensibilidad, toda la que haga falta por parte del Gobierno valenciano y del grupo parlamentario Popular'. Además, el secretario general de la Unió de Llauradors, Joan Brusca, manifestó su apoyo a la proposición socialista, que ayer entró en las Cortes, pero pidió ante todo 'rapidez' a los dirigentes políticos para 'aplicar soluciones' porque 'puede que no queden olivos milenarios que proteger' cuando el Consell se decida a adoptar alguna medida contundente.