Hollywood

La frase de Clint Eastwood sobre que el hombre tenía que saber sus limitaciones viene a la mente al pensar en el abrupto abandono de Jean-Marie Messier como primer ejecutivo tras menos de dos años al frente de Vivendi Universal. Este francés de 45 años ha sido el último de los expulsados del poblado, cegado por las brillantes luces de Hollywood. Universal generó una deuda de 30.000 millones de dólares en masivas compras de empresas, pero nunca convenció a los inversores de que tuviera una estrategia coherente que pudiera dar sentido a todas esas adquisiciones. (...) Llegará el día en que los consumidores aumentarán el acceso a los contenidos de entretenimiento distribuidos por las televisiones y los cines al ser enviados directamente a los teléfonos móviles y a través de Internet, pero ello no ocurrirá en el irreal corto plazo que planteaba Messier. También fracasó en el imposible acto de equilibrismo de llevar una empresa transatlántica desde una elegante oficina de Nueva York manteniendo su pie cultural firmemente plantado en Francia. (...) Se sintió lo bastante encantador como para lograr que la en tiempos poco activa empresa francesa suministradora de aguas comprase unos históricos estudios de Hollywood y así crear una central global de medios de comunicación. Su mantra eran las 'sinergias', y su manera de abordar los asuntos con tanta intensidad fue persuasiva. (...) Pero el problema fueron las pérdidas tan enormes. (...) Son comprensibles los sueños a toda pantalla de Messier. ¿Quién no preferiría vender diversión antes que agua? (...)

Los Ángeles, 5 de julio