Picoteo por el 'Botxo'

En el hotel Nervión de la capital vicaína se celebró recientemente la fase final de la V Muestra de bares de pintxos, Bizkaia 2.002 Txapelketa. Un Campeonato que, con seis años ya de vida, ha servido para realzar y, dar a conocer en algunos casos, esa peculiar cocina del tentempie que tanto gusta a propios pero aun más, por su singularidad, a los foraneos. En el jurado estaban el escritor bilbaíno Juan Bas, con su reciente obra bajo el brazo, aún calentita, Alacranes en su tinta, el editor aragonés José María Pisa, creador de una impresionante librería gastronómica, el periodista Iñaki Astigarraga, Lourdes Churruca, directora de la academia de cocina La sartén de la cordelería, la editora gastronómica Ana Larrañaga o el doctor José Cruz Fombellida, conocido gourmet, así como los cocineros Txomin Gómez Navarro (La Pérgola) y Ricardo Pérez (Yandiola), entre otros.

Dieciocho locales vizcaínos optaron a las 'txapelas' ganadoras del concurso

Los finalistas fueron este año dieciocho de los sesenta bares vizcaínos presentados a concurso y que optaban a la postre a las txapelas ganadoras en sus distintas modalidades. La mejor tortilla de patatas fue la presentada por el bar Áncora de Barakaldo. El pintxo con mejor producto fue considerado el milhojas de rabo agridulce de la concurrida taberna Ziripot (Licenciado Poza, 46). Como mejor barra fue galardonada la exuberante propuesta diaria del Bar Aritz (Zugastinovia, 4) en los aledaños de la Plaza de la Casilla bilbaína. Barra en la que destacan tortillas muy originales, bacalaos, fritos y ahumados.

Un accésit (equivalentes a dos segundos premios) fue concedido al gustoso ajorriero en tartaleta con huevo frito de codorniz del bar Monty (Heros, 16), una minúscula y acogedora cafetería del Ensanche bilbaíno. Su barra es ciertamente espectacular. Por citar algunas de sus gollerías: la tartaleta de ensalada de chipirones, la mousse de foie de oca con ciruelas y almendras, la tortilla de morcilla, el riquísimo txangurro al horno, un delicioso pulpo a feira, los estivales chipirones encebollados o el salmón con langostinos en vinagreta. En los fogones un joven y dotado cocinero Eneko Uzeta y un propietario exigente, siempre a pie de barra, Juan Maria Sainz

El segundo accésit fue para un clásico renovado, el Bar Gatz (Santamaría, 10). Allí, en plena confluencia de las afamadas Siete Calles, se encuentra este coqueto local con delicada barra de pintxos muy actuales. y sobre todo, tal vez los mas ninimalistas de su entorno. La especialidad mas sonada en esta casa es sin duda el pintxo de bacalao al pil pil (una tapa por cierto sólo matutina). Muy suculento también el pintxo de hígado encebollado y muy sugerentes tanto el bocadito de steak tartare. como el de kokotxa salteada al cava y pil pil de calabaza. El pintxo premiado sigue esa onda de presentaciones delicadas, simples y de pequeño formato: hoja de berza rellena de ropa vieja, una tapa de gran finura y a la vez gustosa. Siempre atento a la jugada, detrás de su tentadora barra su propietario, Carlos Ramos.