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LA VENTANA DE MILLÁS

La puerta

Me encuentro en una sala de espera. Se abre una puerta, sale una enfermera y grita un nombre. Me levanto y me dirijo hacia ella. Cruzo la puerta. Cuando entro, sólo veo una cama con alguien durmiendo. Me acerco y veo que soy yo mismo. En ese momento me despierto sobresaltado. Me angustia haber contemplado la serenidad de mi propio rostro dormido. Me incorporo y me tranquilizo al reconocer la ventana, el armario, la puerta de mi habitación. Estoy sudando y sediento. Cuando salgo a por agua, tres jubilados me increpan por haberme saltado el turno de la consulta...

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