Susto en la Catedral
La policía detiene en las cercanías de Wimbledon a un alemán que acosa a Serena Williams
Serena Williams vive una auténtica persecución desde que hace seis meses apareció por primera vez en su vida un barbudo estudiante alemán de 34 años que se ha propuesto hablar con ella, sea como sea. Albrecht Stromeyer, el acosador, apareció anteayer en las cercanías de la casa que han alquilado las hermanas Williams en Wimbledon y acabó siendo detenido por la policía y condenado por un tribunal británico a una multa de 468 euros o a mantenerse alejado de su amada durante 13 meses. Su presencia en Wimbledon causó cierto espanto en el seno de la familia de las dos campeonas estadounidenses, de 22 y 20 años. Sin embargo, no logró perturbar la buena marcha de Venus y Serena en el torneo londinense. Ayer, las dos se clasificaron para disputar la final, al igual que ocurrió en Roland Garros. Serena, además, se convirtió en número uno mundial, descabalgando a su hermana.
La detención de Stromeyer se produjo en una acción más peliculera que policiaca. El acosador de Serena fue detectado por una cámara de seguridad mientras iba en bicicleta por las inmediaciones de la casa que ocupa la familia Williams, por la que pagan 7.830 euros. La policía le dio el alto, pero Stromeyer se negó a parar hasta que fue alcanzado por los agentes. Le acusaron de sospecha de romper la paz y agregaron alegaciones de posible daño criminal, según publicó ayer el diario sensacionalista Express. Stromeyer comenzó su persecución de Serena el pasado mes de febrero en el torneo de Scottsdale, en Estados Unidos, y la prosiguió luego en Berlín, Roma y Roland Garros, donde su presencia fue detectada.
'Estamos preocupados', confesó Oracene, madre de Serena y Venus. 'En París descubrió nuestro alojamiento a pesar de que nos habíamos inscrito en el hotel con nombres falsos'. Stromeyer vive en Francfort en casa de sus padres y asegura que su único interés es llegar a hablar con Serena, porque está enamorado de ella. 'La quiero', asegura, 'y sería incapaz de hacerle ningún daño'. Des Stout, jefe de la policía de Wimbledon, consideró el asunto 'más una chiquillada que un peligro'.
Sin embargo, las hermanas Williams han contratado los servicios de un especialista en seguridad, Dario Valli, que sigue a las jugadoras en cada uno de sus movimientos en Wimbledon. 'Cuando no están en la pista', asegura Valli, 'no salen de casa'. Venus y Serena matan su tiempo viendo vídeos en la televisión o leyendo revistas. Pero permanecen alejadas de cualquier peligro. La policía también ha aumentado su protección en sus desplazamientos del vestuario a las pistas, tanto porque hace unos días un espontáneo intentó darle un regalo a Oracene para Venus, como porque ayer se celebró en Estados Unidos el día de la Independencia.
Ayer, Serena se negó a realizar comentarios sobre todo este asunto en su conferencia de prensa. Pero cuando le preguntaron a Venus que haría su padre, Richard, si se topara con el hombre que acosa a su hermana, esbozó una sonrisa y dijo: 'Seguramente, invitarle a comer'.
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