_
_
_
_

El tenis se toma el dopaje en serio

Carlos Arribas

No han sido necesarias las acusaciones de Tatum O'Neal a su ex marido, John McEnroe, sobre el consumo de anabolizantes, para que el tenis empiece a tomar conciencia de que el dopaje es un asunto más serio de lo que parece. Casos como el de Petr Korda, el tenista checo que dio positivo por nandrolona en Wimbledon 1998, pocos meses después de ganar el Open de Australia, o el de los argentinos Chela, positivo en 2000, y Coria, en 2001, ya habían funcionado como aldabonazo, como recordatorio de que también en los pulcros mundos de la hierba o la tierra batida era posible el pecado. Aunque, por aquellos tiempos, pese a denuncias como las de Jim Courier, alertando de la posible entrada de la EPO en el tenis viendo el rendimiento exagerado de algunos jugadores, las autoridades deportivas habían preferido mirar para otro lado.

Más información
Lleyton Hewitt consigue su primer título de Wimbledon
El consejo francés antidopaje desvela dos positivos en Roland Garros

Pero las cosas están cambiando. La denuncia personal de Tatum O'Neal, una acusación de pruebas, no ha sido la única. Un mes antes, los franceses Escudé y Santoro, alertaban, basándose en la única prueba de su intuición y su experiencia, de que había que ser un ingenuo para pensar que el tenis estaba limpio de dopaje. La ATP inmediatamente los llamó a capítulo por atentar contra la imagen y la honorabilidad del deporte. Los amenazó con una sanción de tres años, superior incluso a la máxima que se puede infligir a un tenista por dopaje. Ambos jugadores contaron con el apoyo de su federación, que puso el dedo en la llaga cuando recordó que sí, que muy bien, que la ATP había efectuado 800 controles en 2001, y la WTA 400, pero que en ninguno de ellos se había buscado eritropoietina (EPO). La ITF (federación internacional) tomó nota y, viendo por donde vienen los vientos, la ATP decidió mover ficha. Recientemente anunció que a partir de 2002 el tenis pondría en marcha un programa de análisis de sangre para buscar EPO, sustancia jugosa en estos tiempos de partidos maratonianos, sobre todo en tierra batida, en los que la resistencia y la capacidad de recuperación de un día para otro son clave.

También la ITF firmará un convenio con la AMA (Agencia mundial antidopaje) para aumentar los controles sorpresa. En 2001 sólo se efectuaron 50 entre los hombres y ninguno entre las mujeres. Los primeros no han puesto pegas pero, entre las mujeres, las primeras artistas ya se han puesto en contra. En Wimbledon, donde uno de los temas más comentados es la anchura de hombros de algunas tenistas, como la francesa Amelie Mauresmo, y el rumor sobre las sospechas, infundadas, de uso de esteroides, Jennifer Capriati ha puesto el grito en el cielo: 'No creo que nadie tenga derecho a ver lo que pasa dentro de mi cuerpo si no he hecho nada'. 'No creo que sea una buena idea', la apoya Venus Williams. 'Yo no voy a dejar entrar a nadie en mi casa si no avisa antes. El otro día, una persona que dijo ser de la Agencia antidopaje de Estados Unidos fue a mi casa pretendiendo someterme a un control. Y yo le dije al portero que le dijera que me había ido a Siberia'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_