Barcelona ofrece nueve solares para construir residencias asistidas
La capital catalana tiene un déficit de 1.927 plazas para ancianos
El Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido a la Generalitat nueve solares de propiedad municipal para que la Administración autonómica construya otras tantas residencias geriátricas. Estos centros paliarían el déficit de plazas para atender a los ancianos en Barcelona, donde la población mayor de 65 años no deja de aumentar y representa el 21,9% de los habitantes, cuatro puntos más que la media catalana.
Los terrenos están situados en siete distritos barceloneses: uno en el Eixample, otro en Sants-Montjuïc, otro en Les Corts, uno en Horta-Guinardó, dos en Nou Barris, dos en Sant Andreu y uno en Sant Martí. Si la Generalitat accede a construir las nueve residencias que el gobierno local reclama, se crearán alrededor de 900 nuevas plazas, lo que hará disminuir el déficit existente en la capital catalana, de 1.927 plazas de residencia y 241 de centros de día.
La teniente de alcalde Núria Carrera presentó ayer el nuevo plan municipal de residencias asistidas con la confianza de que la Generalitat cierre en breve un acuerdo que permita construirlas lo más pronto posible aprovechando el actual clima de consenso entre ambas administraciones. Un clima más propicio que el existente en 1999, en plena guerra de acusaciones cruzadas entre las dos administraciones a propósito de la falta de geriátricos. Esta tensión, no obstante, no impidió hace tres años que se adoptara el compromiso de construir 10 residencias. De estos equipamientos, tres se acabarán este año y otros tres el próximo. En cuanto a los cuatro restantes, aún no se han iniciado las obras.
Desfase
Las necesidades de los ancianos barceloneses no admiten más retrasos. De ahí que, según manifestó ayer Carreras, el Ayuntamiento no esté dispuesto a esperar a la creación del Consorcio de Servicios Sociales y Bienestar Social previsto en la Carta Municipal, considerado el marco propicio para dotar a la capital catalana de los equipamientos que precisa con urgencia. 'Sin guerra de geriátricos a la vista, pero con toda contundencia, el Ayuntamiento pide al Gobierno catalán que siga invirtiendo en Barcelona para compensar el desfase existente en la oferta local de plazas geriátricas respecto a la del resto de las ciudades de Cataluña', dijo.
La comunidad autónoma catalana tiene 39.520 plazas en geriátricos, lo que da una cobertura de 383 plazas por cada 10.000 habitantes mayores de 65 años, mientras que en Barcelona la tasa de cobertura es de 61 plazas por cada 10.000 ancianos. En el conjunto de Cataluña, las plazas de día son 5.674, con una cobertura de 56 plazas por cada 10.000 jubilados, y en Barcelona hay 241 plazas de día, seis por cada 10.000 personas de más de 65 años.
El envejecimiento de la población barcelonesa se ha acentuado considerablemente en los últimos 20 años. Para atender la demanda creciente de las personas que no pueden valerse por sí mismas, la ciudad dispone tan sólo de 297 residencias asistidas con un total de 9.524 plazas, de las cuales sólo el 10% son públicas. Con este panorama, no es de extrañar que las 193 plazas de los cuatro establecimientos que posee el Ayuntamiento estén cubiertas. Lo mismo ocurre con las 69 plazas municipales concertadas. Con las 792 plazas en proceso de construcción, la ratio mejorará algo, ya que pasará de 297 a 322 plazas por 10.000 habitantes mayores de 65 años, aunque aún se estará lejos de las 500 que, según Carrera, serían deseables.
Tan pronto como la Generalitat acepte el ofrecimiento municipal, la Administración local se compromete a ceder los nueve solares. Las plantas bajas de las futuras residencias se destinarán a centros de día si se cumplen las previsiones de Núria Carrera.
El gerente de servicios personales del Ayuntamiento, Eduard Spagnolo, hizo hincapié ayer en que desde 1999 la Generalitat ha invertido más recursos en el resto de Cataluña que en Barcelona, pese a que la población barcelonesa con más de 65 años supera ampliamente el porcentaje catalán. Por ello, el consistorio sostiene que la ampliación de la oferta de plazas de residencias en los últimos tres años en lugar de equiparar a Barcelona con el resto de Cataluña ha aumentado todavía más el desequilibrio.
Por otra parte, se presentó ayer el proyecto del futuro Centro Sociosanitario que se levantará en la confluencia de la Rambla de Prim y la calle de Llull, en el espacio que ocupan las cocheras de autobuses. En las próximas semanas está previsto que el edificio diseñado por los arquitectos Paricio y Clotet salga a concurso. La empresa constructora a la que se le adjudiquen las obras deberá iniciarlas antes de fin de mes. Los autores del proyecto han apostado por un edificio con abundante luz natural, con una plaza pública ajardinada y una rambla central. Lo más llamativo de la maqueta es la fachada acristalada del edificio y las terrazas con pérgolas y plantas. Los enfermos dispondrán de espacios amplios para pasear y otros más reducidos para sentarse en privado. Las dependencias se rigen por criterios ecológicos y estarán conectadas con una central de frío y calor que dará servicio a todo el barrio. El centro que sustituirá al antiguo centro geriátrico está enclavado en los escenarios del Fòrum de les Cultures 2004, dentro del área de influencia del Hospital del Mar con objeto de acercar los servicios de psiquiatría y geriatría a los pacientes que atiende el Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria. El equipamiento dispondrá de una unidad de consultas externas, seis módulos de hospitalización -la mitad serán de larga estancia sociosanitaria-, dos módulos de larga duración psicogeriátrica para la atención de demencias y enfermos de Alzheimer y un módulo de hospitalización de enfermos mentales en fase subaguda. Contará además con un hospital de día.
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