El Festival de Música Sefardí llena la capital cordobesa de aires mediterráneos

El Jardín Botánico de Córdoba es, desde las 23.00 horas de esta noche, el escenario del Festival Internacional de Música Sefardí, que reúne en la ciudad a intérpretes de muchas nacionalidades, unidos por una antiquísima tradición cultural; la que arranca de la expulsión de los reinos de Castilla y Aragón de todos los judíos que no quisieron abrazar el cristianismo en 1492, y que se dispersaron por todo el mundo.

La primera actuación será la de la argentina Mónica Monasterio, que trae un espectáculo llamado Sefarad XXI en concierto, en el que se recogen temas que llegaron desde lejos, de Salónica a Tetuán, y de muchos siglos atrás, pero también se incorporan canciones actuales, de poetas sefardíes contemporáneos.

En la jornada del mañana jueves podrá oírse al Trío Sefarad, formado por Ricardo Barceló, guitarrista, Ernesto Wildbaum, violinista y Nora Usterman, soprano, todos sudamericanos, que se han dedicado a investigar, recopilar e interpretar piezas del rico romancero sefardí, muy olvidado; coplas, romanzas y canciones populares que las mujeres cantaron y transmitieron a sus hijas y nietas, empeñándose en conservar su idioma, sus palabras, sus historias bajomedievales y sus costumbres.

El viernes será el turno de Miriam Meghnagi, una musicóloga italiana que presenta la obra Tra la sabbia e il mare (Entre la arena y el mar); y el sábado 7 de julio se cerrará el festival con el Marlene Samoun Ensemble, que viene de París a ofrecer su Chant judeo-español vivant.

Este ciclo, impulsado por la Red de Juderías de España, se incluye dentro del Festival de la Guitarra de Córdoba; las músicas son muy diversas, tanto en su funcionalidad (litúrgica, profana...) como en su procedencia geográfica (hebrea, hispana, árabe, bereber, turca, griega, serbia, persa...). Es, sobre todo, música mestiza y mediterránea, y se ha mantenido en la mayor oscuridad hasta hace relativamente muy poco tiempo.