Barenboim reunirá en Sevilla una orquesta de músicos árabes e israelíes
El director presenta en Madrid la iniciativa que creó con Edward Said
El maestro Daniel Barenboim vistió ayer su traje de profeta de la paz y, antes de saltar al foso del Teatro Real a dirigir Elektra, de Strauss, presentó la cuarta edición del West Eastern Divan. Así llaman el músico israelí y el escritor palestino Edward Said la iniciativa de reunir en una orquesta a músicos árabes, palestinos incluidos, e israelíes. Este año los junta en Sevilla, ciudad que podría convertirse en sede permanente del proyecto.
Barenboim no cree que la música sea buena ni mala. 'No es ésa su función. No se la puede utilizar para solucionar este conflicto -el de Oriente Medio-, ni tiene un efecto moral, ni estratégico', dice. Pero sí amansa. Y Barenboim lo ha comprobado en las sucesivas ediciones de una iniciativa que se ha llevado a cabo en ciudades como Weimar o Chicago. Por la noche se eleva la tensión entre todos con discusiones, según Barenboim, 'muy calientes', pero todo se olvida al día siguiente, a las diez, cuando empiezan a ensayar y un músico árabe y otro israelí tienen que dar la misma nota, al mismo tiempo.
Este año será en Sevilla, ciudad que les acoge bajo el manto de la Junta de Andalucía y la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo. Ayer, Carmen Calvo, consejera de Cultura del Gobierno andaluz, y Bernardino León, de la fundación, presentaron, junto a Barenboim, el proyecto en Madrid. Este año habrá entre 32 y 34 músicos árabes, el mismo número de israelíes y 20 músicos andaluces. Todos, de edades comprendidas entre 15 y 25 años, y con un presupuesto de 600.000 euros a sus pies para convencer a los inspiradores, Said y Barenboim, de que Andalucía, por su historia, debe ser sede permanente.
'Que se realice en Andalucía es justo y fundamental. Allí vivieron durante siete siglos judíos, musulmanes y cristianos en paz y cooperación', aseguró ayer el maestro, aunque no quiso comprometerse del todo a confirmar la región como sede estable. Los músicos aprenderán a su lado durante un mes, entre el 8 de agosto y el 1 de septiembre, y demostrarán sus destrezas en varios conciertos al final. En uno de ellos, el del Teatro de la Maestranza, en Sevilla, el 24 de agosto, se interpretará el Concierto para tres pianos, de Mozart, con un intérprete palestino y otro israelí junto a Barenboim.
'El problema es la ignorancia mutua entre estos pueblos', asegura el músico. Y contra eso, él aplica la medicina de la convivencia con más objetivos: 'Hoy en día los músicos de esos países ven su futuro en Europa o Estados Unidos. Nosotros intentamos que se formen en Europa y EE UU, pero que un día vuelvan a su tierra para elevar el nivel musical', asegura. Y ve próximo otro sueño: 'Que yo pueda interpretar con esta orquesta no sólo en Andalucía y Berlín, sino en Ramala, Damasco, Jerusalén o El Cairo, y creo que eso está ya muy cerca'.
Babelia
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