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Los empleados de las piscinas se negarán a ir si sigue el vandalismo

El Ayuntamiento estudia que la policía vigile algunos recintos

Los trabajadores de las piscinas municipales no aguantan más. En varios de estos recintos, los empleados han sufrido agresiones por parte de grupos de menores durante las últimas semanas. El Ayuntamiento sacó ayer el concurso de vigilancia de estas instalaciones, pero la adjudicación se retrasará al menos 15 días. Los sindicatos amenazan con provocar el cierre de las piscinas si el Consistorio no pone fin al vandalismo.

Las piscinas municipales donde, según los trabajadores, las agresiones son 'continuas' son las de Palomeras (Puente de Vallecas), Casa de Campo, Plata y Castañar (Villaverde), San Fermín (Usera), Orcasitas (Usera), Entrevías (Puente de Vallecas) y Cerro de Almodóvar (Villa de Vallecas). 'En todas hay grupos que se dedican a manosear a las chicas, roban los monederos, se cuelan porque pasan de pagar, insultan y pegan a los empleados', explicaron ayer fuentes del sindicato UGT.

El último conflicto tuvo lugar el pasado sábado en la piscina municipal de la Casa de Campo. Allí, a la hora del cierre, un grupo de jóvenes se negó a salir de la piscina. 'Es la hora, tenéis que salir', advirtió un empleado a los chavales. '¿A que no nos vamos y, encima, te tiramos al agua?', contestaron los chicos. 'A que no', replicó el trabajador. Los chicos, entonces, se liaron a golpes con él. El resultado: cuatro trabajadores municipales heridos y la intervención de la Policía Municipal y Nacional.

El concejal de Deportes, Fernando Martínez Vidal, reconoce los conflictos que se viven en algunas piscinas municipales. 'Es verdad que se están produciendo problemas. Lo preocupante es que en la mayoría de los casos los autores son niños de 12 a 14 años', señala Martínez Vidal. El Ayuntamiento sacó ayer a concurso público la vigilancia de estas piscinas, una convocatoria que hace unos meses ya quedó desierta. 'Hasta mediados de julio no tendremos la adjudicación a la empresa privada. Estoy negociando con la Policía Municipal para que, mientras tanto, vigile las piscinas más conflictivas, que para mí son la de Palomeras, la de Casa de Campo y la de Orcasitas', apuntó Martínez Vidal.

La de Plata y Castañar, en el distrito de Villaverde, está vigilada por una patrulla de la Policía Municipal desde que hace dos semanas los trabajadores fuesen agredidos por un grupo de menores.

Los sindicatos advierten de que, si el Ayuntamiento no pone solución, los trabajadores de las piscinas municipales se negarán a ir y forzarán así su cierre. 'Queremos ir a trabajar, no a que nos peguen. La situación es insostenible. Si no hay más remedio, tendremos que cerrar los centros, como ya hicimos durante una tarde en la de Plata y Castañar. Necesitamos a la Policía Municipal porque es la única manera de calmar a los gamberros', concluyeron fuentes de UGT.

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