La mitad de los agentes antidroga de la policía de Alicante pide la baja en el servicio, según un sindicato

Más de la mitad de la plantillaque integra las dos únicas unidades antidroga del Cuerpo Nacional de Policía adscritas a la provincia de Alicante ha solicitado su baja de la unidad por las 'lamentables' condiciones laborales que padecen, según reveló ayer el sindicato de la Unión Federal de Policía de Alicante (UFPA). El portavoz de la organización sindical, José Bujalance, justificó la decisión de los efectivos en que sus sueldos no se corresponden al potencial riesgo que entrañan las operaciones contra la droga que desarrollan ni tampoco con las interminables jornadas laborales que soportan.

Sin embargo, Baldomero Araujo, comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía, negó esta información, aunque sí reconoció que tres efectivos han solicitado cambio de destino. Araujo aseguró que él es quien directamente recibe los escritos de petición de cambio de tareas y hasta el momento 'no hay nada de nada' sobre su mesa. El comisario jefe manifestó que la petición de elevar los salarios es una reivindicación histórica y que afecta a la totalidad de la plantilla del cuerpo.

Según la Unión Federal de Policía, la dimisión de la casi totalidad de la plantilla de estupefacientes cobra una dimensión preocupante dado que el litoral de la provincia de Alicante es la principal puerta de entrada de hachís y, en los últimos años, también de cocaína.

La detención de dos agentes del cuerpo por un presunto delito de narcotráfico el pasado 9 de junio fue la espoleta que encendió la llama entre la plantilla de las unidades antidroga, según el sindicato. El juez dejó libres a los dos policías, si bien uno de ellos fue puesto en libertad con cargos.

Fuentes policiales sostienen que al menos uno de los dos supuestos policías implicados en la red de tráfico de sustancias estupefacientes fue confundido con un narco, cuando realmente el citado agente se infiltró en la red acatando órdenes de sus superiores. 'Una parte de las operaciones que logran desmantelar mafias dedicadas al tráfico de droga se consigue gracias a la información obtenida a través de agentes introducidos en las organizaciones', señalaron.

La confusión y la descoordinación entre las brigadas de Madrid y Alicante que desarrollaban la operación contra el tráfico de drogas acabaron con la detención de dos efectivos policiales que marcarán su historial, según la UFPA. Mientras tanto, la dirección general del Cuerpo Nacional de Policía mantiene suspendido de empleo y sueldo a uno de los agentes en espera de que la Audiencia Nacional, encargada del caso, dirima responsabilidades.

Otras fuentes sindicales confirmaron que existe malestar entre muchos de los agentes de las brigadas de estupefacientes y corroboraron que 'trabajan bajo mucha presión'. Las movilizaciones de los sindicatos policiales son contínuas desde hace más de un año. El desencuentro entre la dirección de la policía y los sindicatos comienza a enquistarse.