El informe ambiental amenaza con retrasar más las obras del AVE
El Gobierno catalán reclama un dictamen que llevará varios meses
El alcalde de El Prat tenía razón. Al menos, eso cree el Gobierno catalán. El Departamento de Medio Ambiente ha comunicado al Ministerio homónimo que las obras necesarias para que el AVE pase por la localidad de El Prat de Llobregat exigen un informe medioambiental previo. El problema es que este tipo de estudios no se hace en uno o dos días. Los realizados hasta ahora han supuesto meses y, con frecuencia, incluso años.
Fuentes municipales estiman que este estudio que defiende el Gobierno catalán puede suponer dos años de trabajos. Esto coloca el calendario para licitar y adjudicar las obras del trazado del AVE en 2004, fecha en la que, según el Ministerio de Fomento, el tren ya tiene que estar a punto de circular por esa misma zona para llegar a Barcelona.
El argumento que más ha pesado en la decisión tomada por el Departamento de Medio Ambiente ha sido la afectación que las obras tengan en el subsuelo de la población. Un subsuelo con agua abundante, casi a flor de tierra, y que se utiliza en estos momentos para abastecer a los residentes en El Prat.
El paso del tren, si se cumple lo pactado y a expensas de la solución que se adopte para la conexión con el aeropuerto, tiene que hacerse soterrado y aprovechando la obra para enterrar el resto de las vías que hoy dividen el territorio residencial de la localidad.
Discrepancias
El informe de Medio Ambiente ha sido remitido hace unos días al ministerio homónimo, según fuentes del Gobierno catalán. La decisión final está, pues, en manos del Gobierno central, dentro del cual hay algunas discrepancias.
Los responsables del Ministerio de Fomento no son partidarios de embarcarse en un estudio de impacto ambiental, porque supondría retrasos inevitables. Formalmente sería posible licitar el proyecto y la obra, sin iniciar los trabajos hasta que se disponga del estudio de impacto ambiental correspondiente. Pero esta opción tiene serios peligros porque el proyecto se realiza sin tener un conocimiento exhaustivo de las tareas que exigirá el estudio, sobre todo teniendo en cuenta que las vías a soterrar son tanto las del AVE como las de Cercanías y Regionales que también pasan por El Prat.
Desde Fomento se apunta una opción que, en teoría, permitiría soslayar el estudio de impacto ambiental y la demora subsiguiente: considerar que el trazado es el mismo que el actual, pasando por alto las variaciones que se puedan producir. Así, como el trazado ya estaría calificado como 'de uso ferroviario' no haría falta un informe medioambiental porque no se produciría un cambio de usos en el territorio.
El alcalde de El Prat, Lluís Tejedor (Iniciativa per Catalunya Verds), ha expresado ya su discrepancia radical con esta interpretación. Tejedor sostiene que no es lo mismo un trazado por superficie con un número determinado de vías que un trazado más amplio soterrado, incidiendo de forma directa en la capa freática. La posibilidad de que sus exigencias acaben apareciendo como las causantes de un retraso en la llegada del AVE a Barcelona le traen sin cuidado porque, afirma, él tiene la conciencia tranquila al respecto. Las obras estaban previstas desde hace mucho tiempo, sostiene, y responsabiliza de los retrasos que se puedan producir a quienes ni siquiera se han pronunciado aún sobre si el estudio es exigible o no, es decir, el Gobierno central. En opinión de Lluís Tejedor, los retrasos en las obras del AVE no justifican que por El Prat se pase de cualquier modo e hipotecando el futuro de la población.
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