Mulato universal
'Soy un mulato nato en el sentido lato mulato democrático del litoral', canta en Sugar cane fields forever -caña de azúcar, en vez de los fresones beatleianos- el séptimo vástago de doña Canó y el señor José, hijo ilustre de la Bahía de Amado y Caymmi.
Noites do norte, el disco que le inspiró la lectura de un libro de Joaquim Nabuco, abolicionista del siglo XIX, marca el arranque del concierto. Todos visten de negro. Un bloque de canciones (Two naira fifty kobo, Noites do norte -no es fácil musicar un texto en prosa, pero lo hace-, 13 de maio, Zumbi...) aborda la esclavitud y su vigencia en la sociedad brasileña. Apabullante suena Haití: 'Para mostrar a los otros... cómo es que negros, pobres y mulatos, y casi blancos casi negros de tan pobres, son tratados'.
Caetano Veloso
Caetano Veloso (voz y guitarra), Jaques Morelenbaum (chelo eléctrico y dirección musical), Davi Moraes (guitarra eléctrica), Pedro Sá (bajo), Cesinha (batería), Márcio Victor, André Junior, Eduardo Josino y Josino Eduardo (percusión). Conde Duque. Madrid, 28 de junio.
O último romântico rompe el discurso del legado esclavista. Caetano Veloso se queda solo. Canta un Coração vagabundo de erizar el vello, hecho de ese arte que ninguna academia puede enseñar. Con Almodóvar rondando, no podía obviar Cucurrucucú paloma (la de Hable con ella). Quién sino Caetano puede darle aliento poético y dignidad a algo aparentemente tan cursi. Mayor sentido conceptual tuvo Angelitos negros, ahora que además se rememora al hombre de las maracas.
Cantó lo que le vino en gana. Fuera de casa manda él. Y con casi cualquier cosa embelesa. Aún siente escalofríos cuando atisba algo innovador o descubre el talento ajeno. Se rodea de músicos jóvenes: Moraes y Sá, conectados a la distorsión, le mantienen al tanto de la tecnología. A ellos se suman los omnipresentes tamborileros de las escuelas de Ilê Aiyê o Carlinhos Brown. Y está Morelenbaum, con aire de profesor lunático, que acaricia y golpea el chelo, y firma arreglos primorosos para una música refinada.
En Noites do norte ao vivo se hallan probablemente presentes todos los Caetanos que han sido (y quizá los que puedan ser). El artista luminoso y poliédrico para quien el paso del tiempo -cumple 60 el 7 de agosto- no supone acomodo. Unos espejos reflejan lunas oscuras, porque, para él, como para Nabuco, la esclavitud continúa siendo el suspiro indefinible que exhalan las noches del norte.
Babelia
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