El tráfico en el puerto de Valencia impide ejecutar el Balcón al Mar
Fomento paga el túnel urbano y espera que Barberá aporte dinero en la dársena interior
Fomento, la Consejería de Obras Públicas y el Ayuntamiento de Valencia siguen pactando una solución para eliminar el tráfico en torno a la dársena interior del puerto y abrir la zona al ocio de los ciudadanos en forma de Balcón al Mar. Finalizada la fase de información pública del acceso norte por carretera, un túnel que a priori sólo llega hasta el norte del puerto, y con el proyecto en el Ministerio de Medio Ambiente para que redacte la declaración de impacto ambiental, todavía se está negociando cómo se prolonga ese acceso una vez dentro del puerto y quién lo financia.
Desde hace dos años, el Ministerio de Fomento y la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes (COPUT) negocian con el Ayuntamiento de Valencia para ver de qué manera el consistorio que dirige Rita Barberá se implica en la financiación de parte de esta obra, la que recae dentro de las vallas del puerto. Está claro que Fomento financiará el túnel de cuatro kilómetros bajo la ciudad de Valencia, una costosísima obra de 140 millones de euros (unos 23.000 millones de pesetas), pero quiere que la prolongación de la obra dentro de las vallas del puerto la financien el Ayuntamiento, el Consell y la Autoridad Portuaria de Valencia, dependiente de Fomento. El Consistorio, por boca del concejal de Urbanismo, Miguel Domínguez, ya ha reiterado que no quiere poner ni un euro en una obra que considera de carácter estatal y autonómico.
Ése ha sido el principal escollo de las negociaciones. Mientras el Estado sólo quiere solventar el problema de acceso al puerto, Barberá quiere que la obra le solucione además una de sus más importantes promesas electorales desde hace varias legislaturas.
Desde la COPUT explican que la parte más dura de la negociación tripartita ya ha finalizado y que las posturas están próximas. Así las cosas, y sin saber todavía la participación de cada Administración, la consejería apunta que la solución pasa por prolongar el túnel para superar la dársena interior.
Para hacer realidad el Balcón al Mar, la casi eterna promesa de eliminar la valla del puerto y devolver a los ciudadanos la lámina de agua de la dársena interior portuaria y los muelles aledaños como espacios de ocio y esparcimiento, eran necesarias dos grandes obras: una ferroviaria y otra de tráfico rodado.
Así, desde hace décadas entre el agua y la ciudad, rodeando la vieja dársena, han limitado el paso a los vecinos tanto una doble vía de tren como dos calzadas para camiones, que servían para comunicar las zonas norte y sur del puerto. La inauguración, en octubre pasado, del puente ferroviario levadizo entre los muelles transversal de poniente y transversal de levante ha eliminado el tráfico de trenes de mercancías, que ahora cruzan por la elegante estructura de metal blanco.
Tres soluciones
Pero cientos de camiones siguen circunvalando a diario la dársena interior ya que todavía no hay remedio para eliminar esa barrera rodante entre los valencianos y su Balcón al Mar. Las soluciones posibles son al menos tres: hacer un túnel debajo de las carreteras actuales, construirlo debajo del agua, entre ambos muelles transversales, o levantar entre éstos otro puente, con el hándicap de que debería ser, dada la intensa frecuencia de paso de los camiones, una estructura fija, lo que impediría el paso de barcos y cruceros a la dársena interior (el puente levadizo está la mayor parte del día abierto puesto que sólo circulan seis o siete trenes diarios).
Enmarcado en este dilema se encuentra el nuevo acceso norte al puerto, una vieja reivindicación de la Autoridad Portuaria de Valencia, ya que los camiones que llegan a la infraestructura costera desde el norte de la Comunidad Valenciana tienen que dar un rodeo de 30 kilómetros por el by-pass o, lo que es peligrosamente frecuente, cruzar la ciudad atravesando los barrios del Marítimo, lo que han denunciado los vecinos en numerosas ocasiones.
Para el Ministerio de Fomento las competencias del Estado acaban construyendo el túnel de más de cuatro kilómetros desde el límite con el municipio de Alboraia hasta el límite del puerto: según el proyecto, el doble túnel (una galería de dos carriles por cada sentido) discurre en paralelo a la vía férrea Valencia-Barcelona, luego tuerce hacia el mar bajo la avenida de los Naranjos, y vuelve a girar para llegar, paralelo al mar, hasta la puerta de Aduanas del puerto.
Como la infraestructura será tanto de uso ciudadano como portuario, queda claro que allí habrá una salida para que los particulares puedan llegar al corazón del Marítimo sin sufrir atascos.
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