Pequeños, pero muy prácticos
Tres utilitarios muy modernos con aspiraciones de coche único. Han crecido en tamaño y miden cerca de cuatro metros, mucho más que los primeros Golf. Pero mantienen unas medidas compactas para la ciudad y su diseño interior aprovecha al máximo el espacio y aporta nuevas soluciones para aumentar la polivalencia en el uso familiar.
En esta prueba se enfrentan los tres últimos utilitarios que han llegado al mercado español, todos con motores de gasolina de 75 a 80 CV. Tienen precios algo más asequibles que los turbodiésel (unos 1.000 euros), consumos ajustados y prestaciones suficientes para viajar en carretera.
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El Honda Jazz es el modelo más pequeño de la marca japonesa y está teniendo un éxito arrollador en su país. Como utilitario aporta el concepto más innovador: a pesar de ser el más pequeño ofrece el interior más habitable. La clave está en que aprovecha la experiencia de su hermano el Civic y comprime la mecánica delante para destinar el espacio ganado a ampliar el interior. Su pequeño motor de gasolina con doble bujía es en teoría el que menos gasta del mercado, pero en la realidad sólo resulta algo más austero que sus rivales en ciudad y consume lo mismo en carretera. Es el más caro (13.800 euros), aunque viene mejor equipado de serie. En cambio, no tiene versión turbodiésel, lo que limitará sus ventas en Europa.
La nueva generación del Ford Fiesta destaca por su imagen sólida y poderosa, que le hace parecer más grande que los demás. Tiene un interior muy amplio, con unas buenas plazas traseras y gran capacidad de carga, pero por dentro es el más austero y tiene menos accesorios prácticos. A cambio, la versión 1.4 Trend es la propuesta más barata, aunque también incluye un equipamiento de serie inferior.
Por último, el Citroën C3 aporta una carrocería de línea muy original y un interior con muchos huecos y soluciones prácticas, como el sistema Moduboard para compartimentar el maletero. Sin embargo, las plazas traseras son muy justas y no incluye ABS de serie. Todo esto, unido a la política de Citroën, que eleva sus precios oficiales para poder anunciar después descuentos espectaculares, le perjudica en esta prueba. Cuesta 12.970 euros, pero este mes ya tiene una rebaja de 1.200 euros.
Ford Fiesta 1.4 Trend 5 p.
Sólido y aparente por fuera, y muy amplio, aunque demasiado sencillo por dentro. El nuevo Fiesta tiene una línea robusta y poderosa que le hace parecer más grande por fuera.
Las llantas opcionales de 15 pulgadas de la unidad de pruebas complican la comparación con sus rivales. Pero con este equipo el Fiesta ofrece una gran sensación de aplomo y una estabilidad algo mejor que ellos en todos los trazados. A cambio pierde algo de brío, pero mantiene unas prestaciones algo superiores al C3 y el Jazz y da sensación de seguridad al viajar. El motor responde con fuerza desde bajo régimen, pero se acaba a 5.000 vueltas. Sin embargo, tiene un tacto muy refinado, lo que, unido a un accionamiento rápido y preciso del cambio, hace muy fácil y agradable la conducción, ya sea en ciudad o en viajes largos. Además, frena bien e incluye ABS.
Aunque es más amplio que el C3 está menos trabajado por dentro y no aporta nada nuevo, salvo unas plazas traseras desahogadas en altura. Da sensación de amplitud, pero tiene un aspecto más pobre, con plásticos más baratos y un diseño interior sencillo y austero. Además, le faltan huecos para objetos y presenta carencias inexplicables porque no hay tiradores en el techo para agarrarse, ni apoyapiés para el pie derecho del conductor. Y pocos accesorios prácticos, como posavasos... En cambio, cuenta con un buen maletero. El Fiesta aporta unas suspensiones cómodas, pero los asientos son pequeños y duros, tanto delante como atrás, y limitan el buen confort del conjunto porque no sujetan nada en las curvas.
Viene de serie con doble
airbag
y ABS. Y se puede completar con los
airbags
laterales y las cortinas hinchables por sólo 480 euros. Tiene un comportamiento dinámico algo menos eficaz que el Jazz.
El más barato (11.560 euros), pero viene menos equipado de serie que sus rivales. Salvo el equipo de seguridad y los detalles habituales (elevalunas, cierre...), lo demás se paga aparte, desde el aire (930 euros) al radio-CD (330 euros). Los consumos son similares, unos seis litros a velocidades legales y por debajo de ocho en ciudad y a ritmos rápidos.
Citroën C3 1.4 SX Plus
Línea original y diferente y un interior muy moderno, aunque con unas plazas traseras justas que, junto al ABS opcional, penalizan su puntuación.
El C3 tiene el planteamiento más tranquilo. Las suspensiones son más blandas y absorben mejor los baches, pero balancean más en las curvas. Sin embargo, consigue casi la sensación de aplomo del Fiesta con unas ruedas más pequeñas. El motor responde bien, aunque le cuesta pasar de 5.500 vueltas, pero corre casi como el Ford. Y tiene un cambio bien escalonado y unos frenos correctos, aunque con ABS opcional. En ciudad es agradable de conducir y viaja sin cansar, pero la calidad de conducción y el tacto están menos logrados. Y es menos ágil y divertido.
Para familias con niños. Tiene un interior amplio, pero las plazas traseras son muy justas: valen para los pequeños, pero falta espacio para las piernas de un adulto. Es su gran carencia, porque el interior aporta soluciones innovadoras y muchos huecos para objetos: cajón bajo el asiento del pasajero, dos guanteras grandes en el salpicadero, bolsas para botellas en las puertas, posavasos... Y una segunda bandeja que permite compartimentar un maletero generoso. El diseño interior es moderno, con unos asientos grandes, y detalles cuidados, como los picaportes y el salpicadero con plásticos en dos tonos. Y otros algo pobres, como la instrumentación. Además, las suspensiones son cómodas y dan la sensación de solidez de un coche más grande cuando se viaja.
Incluye cuatro
airbags
de serie y ABS opcional (450 euros). Y tiene un comportamiento cómodo, pero menos eficaz que sus rivales.
Cuesta 12.970 euros, 1.400 euros más que el Fiesta, pero este mes tiene ya un descuento de 1.200 euros. Además incluye aire, radio-CD y más accesorios prácticos en el interior. Y gasta como el Ford y el Honda.
Honda Jazz 1.2 -DSi
Un utilitario original, simpático e ideal para la ciudad. Tiene una imagen con estilo, un interior amplio y práctico, y una mecánica de calidad.
Es la interpretación más moderna como utilitario, pero su funcionalidad no sacrifica la conducción. El Jazz da más sensación de calidad y se nota en el tacto de los mandos y la solidez del conjunto. Tiene el motor más pequeño (1.2), pero ofrece unas prestaciones muy similares a sus rivales. Responde con agilidad y es manejable en el tráfico urbano: cambio de accionamiento casi perfecto y un motor elástico y con nervio. Y se estira bien desde bajo régimen y responde cada vez con más brillantez, sobre todo de 5.000 a 6.000 vueltas. El Jazz se defiende bien en las curvas y circula con aplomo en autopista, aunque con unas suspensiones más enérgicas que cansan un poco en viajes largos. Los frenos son buenos e incluyen ABS.
La referencia en funcionalidad interior. No es tan modulable como un Clase A, pero tiene un interior muy práctico y con soluciones innovadoras, como el asiento trasero, que permite levantar la banqueta para plegarla contra el frontal del respaldo y crea un área de carga independiente del maletero. El Honda resuelve todo con unos acabados de calidad y detalles de buen gusto: tiene el salpicadero más moderno y los plásticos más aparentes. Además, está bien aislado y cuenta con muchos huecos para objetos, aunque todos delante: repisa en la base del salpicadero, bolsas en las puertas, tres posavasos... Los asientos son cómodos, pero tiene las suspensiones menos confortables.
Incluye de serie doble
airbag
y ABS y tiene un comportamiento seguro. Pero los
airbags
de cortina y el ESP no están disponibles.
Es el más caro (13.800 euros), aunque viene mejor equipado: aire acondicionado, radio-CD, los elementos de seguridad y tres años de garantía. Y gasta algo menos en ciudad, siete litros, y lo mismo que los demás en carretera: unos seis litros a ritmos tranquilos y ocho en conducción rápida.
CONCLUSIÓN
EL HONDA JAZZ impone su calidad de conjunto. Es el más caro, pero incluye el equipo de serie más completo, con doble airbag, ABS y aire acondicionado. Además, aporta una línea con estilo propio y un interior muy bien aprovechado y con materiales más vistosos. Justifica lo que vale con un tacto y mecánica refinados que hacen agradable la conducción. El Ford Fiesta es el más asequible, aunque exige pagar aparte el aire acondicionado, el equipo de música y los airbags laterales, que sus rivales incluyen de serie. A cambio tiene un tacto sólido para viajar y unas plazas traseras amplias. El Citroën C3 es muy práctico para familias con niños. Las plazas de atrás son más pequeñas, pero incluye más accesorios que facilitan la vida a bordo. Tiene una línea diferente y buenos descuentos que mejoran su competitividad comercial.
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