25 años de arco iris
'Gays' y lesbianas vascos celebran cinco lustros de lucha con su esperanza puesta en la ley de Parejas
Gays, lesbianas y transexuales vascos organizaron ayer diversas marchas reivindicativas y de celebración con motivo del Día del Orgullo Gay. Muchos de ellos estarán hoy además en la gran manifestación festiva de Madrid, donde se enarbiolará la bandera con los colores del arco iris, el símbolo del orgullo homosexual. Habrá muchas más personas, simpatizantes, solidarios, amigos, gente que simplemente quiere unirse a su causa y a su celebración. Este año se cumplen 25 años de este movimiento, 25 años en los que se han dado grandes pasos (por eso se celebra), pero aún faltan los avances más significativos (por eso se reivindica).
De 1977 a 2002 ha llovido mucho. También para los homosexuales. Al entonces jovencísimo Imanol Álvarez le presentaron a otro chaval en la Feria de Durango, un gay bilbaíno que acababa de llegar de Londres. Él le dio el empujón que Imanol necesitaba para poner en marcha una organización gay en Euskadi.
Así nació Ehgam (Euskal Herriko Gay Askapen Mugimendua), con sólo ellos dos. Álvarez pensaba en 1977 que en Euskadi no funcionaría una iniciativa así. 'La vasca es una sociedad muy cerrada y machista', le dijo a su amigo. 'Mi sopresa fue que nos resultó muy fácil sacar adelante la asociación', reconoce.
'No teníamos experiencia ni política ni asociativa, pero aquella era una época de ganas de hacer cosas. Había tal efervescencia que, en cuanto se enteraron otros grupos y asociaciones de nuestra iniciativa, en seguida se prestaron a ayudar', explica.
En enero de 1977, Ehgam se presentó oficialmente. 'En marzo nos hicieron la primera entrevista'. Álvarez guarda también otros recuerdos: 'En la primera manifestación que hicimos, en 1977, nos apaleó la policía'. De estos 25 años, el fundador de Ehgam destaca 'el cambio de mentalidad' social.
La historia de la Asociación de Gays y Lesbianas del País Vasco-Gehitu, con sede en San Sebastián, tiene una vida más corta (fue fundada hace cuatro años), pero no menos intensa.Este grupo asegura que todavía se encuentran con casos de agresiones, de personas a las que echan de sus casas cuando comunican a sus padres su opción sexual. 'Estos últimos casos han bajado mucho, pero las agresiones han aumentado y son pocos quienes se atreven a denunciarlo', comenta David Montero, coordinador de Gehitu.
Ellos, como todos los homosexuales vascos, se encuentran a la espera de la ley de Parejas, que equiparará sus uniones a las matrimoniales y que verá la luz este año. 'El borrador de la ley está, pero ahora se está a la espera de los informes de las instituciones. Va demasiado lento', dice Montero, y añade: 'De todas formas, una ley no va a acabar con la discriminación'.
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