_
_
_
_
Entrevista:Pedro Solbes | Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios

'El rápido ascenso del euro es preocupante'

Carlos Yárnoz

El semestre de la presidencia española de la UE que ahora concluye ha sido especialmente delicado para el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes (Alicante, 1942). Lo inició con el espectacular éxito del lanzamiento del euro, pero enseguida tuvo que lidiar la dura reacción de Berlín cuando el Ejecutivo comunitario se atrevió a dirigir una grave amonestación al Gobierno alemán por su excesivo déficit.

Defensor en primera línea del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, según el cual los países de la UE deben lograr su equilibrio presupuestario en 2004, Solbes tiene que frenar ahora los intentos de Francia, Italia y Alemania para desvirtuar en parte los compromisos de ese documento básico para la coordinación de las políticas económicas en la Unión. El ex ministro español sostiene que 'la columna vertebral' del Pacto se mantiene intacta, pero también añade que se están produciendo 'ajustes' para 'adaptarlo a la realidad'. Entretanto, el euro camina desbocado hacia la paridad con el dólar y, aunque Solbes cree que será muy positivo para la inflación y para la economía europea en general, también precisa que puede frenar a corto plazo el consumo privado cuando la principal incertidumbre actual consiste en saber si ese consumo será capaz de tirar de la economía para superar la débil tasa de crecimiento en Europa.

'La inflación bajará por la revalorización del euro y el menor precio de la energía'
'La principal incertidumbre es saber si el consumo privado tirará de la economía'
Más información
El euro supera el valor del dólar por primera vez desde febrero de 2000
Especial:: El euro
Gráfico multimedia:: La moneda europea

Pregunta. ¿La paridad euro-dólar ha sido una aspiración o simplemente un tópico?

Respuesta. Es un tema absolutamente irrelevante. No tiene ningún interés económico. Es más bien una cuestión mediática. Lo importante en estos días es que el euro se va revalorizando. O quizás mejor, el dólar se va devaluando. Y así se produce algo que veníamos diciendo: que la relación de cambio no estaba en línea con el valor de las dos economías. Es preocupante la rapidez y la volatilidad con la que se está produciendo este proceso, pero también hemos de ser conscientes de que un euro más fuerte es una buena noticia para nuestra economía, aunque a corto plazo pueda crear problemas a los exportadores. La inflación, por ejemplo, bajará porque se reducirán el precio de la energía importada.

P. A Alemania, por ejemplo, le puede afectar más negativamente en sus exportaciones en un momento delicado de su economía.

R. Es cierto que algunos productos exportados se van a encarecer, pero ocurrirá lo contrario en muchas importaciones, en mano de obra o en costes financieros. A medio y largo plazo esa afirmación de que habrá efectos negativos para la economía no es correcta.

P. La situación es un tanto esquizofrénica: el euro sube cuando las bolsas europeas se hunden.

R. Sin duda. La opinión pública puede pensar que hay alguna relación dentro de los dos fenómenos, pero no es así. De entrada, hay que decir que existe una cierta preocupación por la economía estadounidense. Ya dijimos que el crecimiento americano empezaba a ser potente, pero también insistimos en que había incertidumbres y debilidades. Ahora, la evolución de las bolsas aún puede afectar más a la situación general.

P. También con respecto a Europa usted insistió en que había claras incertidumbres en el futuro.

R. En el primer semestre del año se ha registrado un crecimiento ligerísimo, casi plano, pero en el segundo aún será más llano. La incertidumbre que está sobre la mesa, por encima de otras, es saber en qué medida el consumo privado va a tirar de la economía y la subida del euro puede tener un impacto negativo en este ámbito, aunque a medio y largo plazo los efectos serán positivos.

P. Las enormes pérdidas bursátiles también están afectando, ahora más que nunca, a millones de ciudadanos y eso también restringirá el consumo.

R. Sí, es el denominado efecto riqueza: el consumo va mejor cuando nos encontramos en momentos de bolsa alta, en alza. Antes, ese fenómeno era claro en EE UU, pero ahora también en Europa porque los procesos de privatizaciones y la ampliación del mercado financiero han hecho que se dediquen a la bolsa muchos más recursos.

P. Con las actitudes de Alemania, primero, y ahora de Francia, ¿no son ya demasiados los intentos de poner en entredicho el Pacto de Estabilidad y el objetivo del equilibrio presupuestario en 2004?

R. Hay que distinguir entre el objetivo del pacto y su aplicación. El objetivo era llegar a medio plazo a situaciones de estabilidad, de equilibrio o de superávit presupuestario, pero también teniendo en cuenta los problemas que puede generar en cada país la caída de actividad. Por eso se fijó el límite del 3% de déficit. Esta regla general hay que aplicarla en casos distintos y en contextos y parámetros diferentes. Es verdad que once países están cumpliendo perfectamente la regla y que cuatro tienen dificultades.

P. Pero esos cuatro (Alemania, Portugal, Italia y Francia) buscan su acomodo particular y están desvirtuando el Pacto.

R. Empezamos con Alemania y Portugal y llegó el aviso de la Comisión Europea transformado por el Consejo en una promesa, en un compromiso de que no llegarán al 3% de déficit. Luego llega el debate sobre las Grandes Orientaciones de Política Económica y Portugal dice: mi compromiso para llegar al equilibrio dentro del 2004 se enfrenta a dificultades, así que estaré cerca, pero no voy a llegar. Y Francia plantea el tema de forma diferente: me encuentro con la dificultad de que en la campaña electoral prometí rebajas fiscales. Finalmente, Francia precisa que en 2004 no logrará el equilibrio, pero que estará cerca; añade que bajará impuestos y gastos y, a la vez, que hará reformas estructurales para aumentar el crecimiento. Pero Italia plantea otro problema nuevo que ha originado el mayor debate: aunque no tiene desviaciones muy significativas desde el punto de vista fiscal, pide que se le apliquen también el régimen de próximo al equilibrio y no de equilibrio.

P. Ahora se ha sumado también el Reino Unido con una teoría más que discutible.

R. Sí, porque pone en duda que algunas inversiones públicas, como las de defensa, sean consideradas o no a efectos del déficit.

P. Demasiados zarandeos al Pacto de Estabilidad.

R. Creo que seguimos con la columna vertebral del Pacto, aunque haya ajustes temporales en algunos puntos concretos para adaptarlo a la realidad.

P. Pero es que esas dificultades u objeciones, salvo en el caso portugués, proceden de las economías con más peso en la UE.

R. Es cierto.

P. El ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, ha llegado a decir que los que mandan son los ministros y no la Comisión.

R. El procedimiento no ha cambiado: la Comisión propone y el Consejo decide por mayoría calificada. Pero hay un error de concepto muy importante en la interpretación que hace Italia de lo ocurrido, porque dicen que ahora tienen un margen adicional de gasto. Y no es así. Italia está obligada a cumplir el Pacto de Estabilidad. Sólo se reconoce que ya sufre una desviación en su déficit y que se le dará algo más de tiempo para eliminarlo. Pero eso no significa que puedan reducir impuestos sin compensaciones presupuestarias en otros capítulos.

P. Dice usted que la columna vertebral del Pacto se mantiene, pero parece que es puesta en duda permanentemente.

R. Es que sus principios básicos permiten una cierta interpretación de acuerdo con las situaciones económicas de los países.

P. Como admite interpretación, también su aplicación es flexible.

R. El concepto de flexibilidad está en el mismo pacto. Hablamos de no superar el 3% de déficit, pero en situaciones normales. Y nos fijamos el equilibrio presupuestario, pero cada Estado tiene margen para aplicar su propia política presupuestaria. El problema es que algunos países no han sabido las políticas que necesitaban. Alemania, por ejemplo, llega al 2,8% de déficit, pero es que ya partía del 1,8% y la desaceleración de la actividad le ha supuesto un punto más.

P. La crisis en Argentina no pareció preocupar mucho a Europa, pero ahora se une la de Brasil.

R. El impacto de la crisis argentina en la economía europea es muy pequeño. En términos comerciales, casi nulo. Es cierto que se está produciendo un efecto contagio en Brasil y estamos siguiendo con mucho interés la situación porque ha aumentado nuestras preocupaciones.

P. ¿Cuál es su valoración del semestre de presidencia española de la UE?

R. La colaboración ha sido excelente en un periodo difícil, el aviso a Alemania o el debate sobre el Pacto de Estabilidad. Con el vicepresidente Rodrigo Rato, he tenido un nivel de colaboración muy bueno.

El comisario europeo Pedro Solbes.
El comisario europeo Pedro Solbes.GORKA LEJARCEGI

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_