Puntualizaciones

Cada vez que en Informativos Telecinco emitimos un reportaje sobre la ablación de clítoris, recibimos una reprimenda desde las páginas de Opinión de EL PAÍS.

En esta ocasión, Elena Valenciano, diputada socialista en el Parlamento Europeo, nos censura por usar el término 'circuncisión femenina' como sinónimo de 'mutilación genital' (Cartas al director, 26-6-2002). Considera el desliz semántico como un 'error grave' reflejo de 'una determinada ideología que ha considerado tradicionalmente a las mujeres ciudadanas de segunda'.

El supuesto yerro que nos achaca Elena Valenciano se debe a que nuestra colaboradora en Nairobi y autora del reportaje en cuestión tradujo literalmente la expresión en inglés que se emplea por aquellos pagos ('female circumcision') para referirse a lo que aquí se viene llamando 'ablación'.

Así lo explicó con claridad la presentadora en la introducción del reportaje, y nos parecía un matiz menor; pero incluso en la 21ª edición del Diccionario de la RAE de 1992 figura la acepción de 'circuncidar' como 'cercenar', 'quitar', conceptos aplicables a la mutilación genital de la que hablamos. Claro que, a la velocidad con que la RAE renueva sus definiciones, esa edición debe de ser ya una antigualla.

Puestos a elegir entre emitir el vídeo con ese desliz y no emitirlo para evitarlo, optamos por lo primero. El asunto es lo suficientemente importante como para silenciarlo por una cuestión que nosotros consideramos menor. Ni en ese ni en otros reportajes sobre el mismo asunto emitidos por Informativos Telecinco el uso de las palabras ha desviado la atención de lo esencial: el drama que viven las niñas sometidas a la mutilación genital.

En cualquier caso, a partir de ahora extremaremos al máximo el cuidado con las palabras que utilizamos, no sea que se repita aquello de que 'cuando el dedo señala la Luna, el tonto mira el dedo'.