España 'vs' Corea
Aceptamos e incluso justificamos las decisiones arbitrales descaradamente sospechosas cuando las mismas nos benefician. Las repudiamos cuando nos perjudican. Es el pan nuestro de cada día en todas las situaciones de nuestra vida. Y no hablemos de las competiciones deportivas en las que el institucionalizado adjetivo casero nos sirve para justificar decisiones arbitrales de juzgado de guardia. Qué decir de los tristemente célebres Italia-Corea y España-Corea. Hoy lo lamentan Italia y España y, sin embargo, lo justifica Corea. Mañana, sin duda, lo lamentará Corea y lo justificarán Italia y/o España. Hablamos mucho, pero no actuamos. Y así nos va. Y la vida sigue...
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