Rechazo de los países pequeños a los planes de reforma de Prodi

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, volvió a pasar ayer un mal trago en una cumbre porque su plan para reformar el Ejecutivo comunitario despertó feroces críticas de los líderes de Bélgica, Guy Verhofstadt; Holanda, Win Kok, y Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen. El primer ministro belga se mostró especialmente beligerante cuando aseguró: 'No consentiré que haya comisarios de primera y de segunda'. A la vista del cariz de la discusión, José María Aznar cortó el debate y señaló que la cuestión quedaba para más adelante.

En realidad, en el orden del día de la cumbre no figuraba la propuesta para reformar la Comisión, pero Prodi aprovechó el tramo final de la reunión, cuando los líderes perfilaban el texto de las conclusiones, para explicar su plan, que incluye el futuro nombramiento de vicepresidentes que coordinen áreas dirigidas por comisarios. La propuesta, en efecto, cuenta con el unánime rechazo de todos los países pequeños de la Unión Europea, que dan por descontado que tales vicepresidencias serán controladas por los grandes.

El presidente de la Comisión presentó su proyecto de reforma en Bruselas solamente tres días antes de la cumbre de Sevilla y, pese a la polémica que levantó, dijo que lo defendería ante los líderes europeos en la capital andaluza, pero, como dijo uno de los asistentes al debate de ayer, 'le ha salido todo al revés'.