_
_
_
_
AL VOLANTE | PRUEBA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un turismo de siete plazas

A pesar de contar con siete plazas, la carrocería SW del 307 tiene una línea estilizada que le permite ofrecer las virtudes de los turismos en calidad de conducción, agilidad y comportamiento dinámico.

Buena estabilidad

El 307 SW es un poco más alto que las versiones de tres y cinco puertas, pero no tiene las medidas voluminosas ni las inercias que presentan los monovolúmenes de su tamaño. Así puede mantener el equilibrio dinámico que distingue a sus hermanos, con unas suspensiones muy bien calibradas, unas ruedas de medidas apropiadas y un compromiso muy logrado entre estabilidad y comodidad.

Más información
Un familiar de síntesis

La versión SW pesa 130 kilos más que sus hermanos a igualdad de motor y acusa un poco más las inercias en trazados muy virados, pero apenas pierde agilidad y obedece con precisión al volante. A cambio ofrece una mayor sensación de aplomo en trazados rápidos y autopista: las suspensiones absorben muy bien todas las irregularidades sin que se noten en el interior; está muy bien insonorizado, y destaca, como casi todos los Peugeot, por su calidad de rodadura. Además, los frenos actúan bien e incluyen un ABS muy completo. Y la versión 2.0 16v. cuenta con control dinámico de estabilidad (ESP), que apenas se aprecia cuando actúa y aporta una gran seguridad en situaciones de apuro porque evita los derrapajes.

Un motor un poco justo

Sin embargo, el aumento de peso se aprecia en las prestaciones. A pesar de ser la alternativa más potente, el motor 2.0 16v. de gasolina y 138 CV se queda un poco justo, al menos al adelantar y en subidas pronunciadas, sobre todo cuando se viaja a plena carga. Le falta nervio y tarda en lanzarse, aunque después mantiene bien las velocidades de crucero y permite viajar a buen ritmo. Y circula con agilidad en ciudad porque tiene una respuesta elástica desde casi el ralentí y se estira sin esfuerzo por encima de 6.000 vueltas.

Por lo demás, los consumos son normales, sobre 9 litros a velocidades legales y alrededor de 11 o 12 en conducción rápida y tráfico urbano. Pero si se recorren más de 12.000 kilómetros al año es más interesante la versión 2.0 HDi turbodiésel de 110 CV. Y si se va a viajar a menudo con las siete plazas ocupadas es recomendable adquirir las dos versiones más potentes en gasolina y gasóleo, porque tanto el 1.6 16v. de 110 CV como el 2.0 HDi de 90 CV son más lentos y perezosos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_