El PP y los portavoces socialistas celebraron un pleno municipal con 84 puntos sin el menor debate

Un pleno corto y plano. Sin debates. Los 28 ediles del PP y los socialistas Rafael Simancas (portavoz del grupo) y Cristina Narbona (portavoz adjunta) celebraron ayer en la Casa de la Villa el pleno más rápido que se recuerda en el Ayuntamiento: los 84 puntos del orden del día fueron votados en apenas 50 minutos. El alcalde se negó a cambiar de fecha el pleno, algo que había pedido la oposición para que no coincidiera con la jornada de huelga. IU secundó el paro y formó parte de los piquetes informativos concentrados en la plaza de la Villa. Su portavoz, Inés Sabanés, calificó de 'indigno' ese pleno.

Entre los asuntos que consiguieron superar ayer el trámite obligatorio de su paso por el pleno se encontraban algunos de especial relevancia para el futuro de la ciudad, como la adjudicación del concurso para la instalación y gestión de los parquímetros previstos en el nuevo servicio de estacionamiento regulado (el SER), que sustituirá a la actual ORA. En el orden del día figuraba también la aprobación del plan especial necesario para que las naves del viejo matadero, junto a Legazpi, se transformen en un gran centro cultural y de ocio, así como la recalificación y enajenación del mercado de Torrijos (distrito de Salamanca) para que se edifique en el solar un bloque de viviendas y un nuevo centro comercial.

Pero todos esos puntos se vieron ayer en la Casa de la Villa sin el debate en el que habitualmente los grupos de la oposición (IU y PSOE) manifiestan sus puntos de vista y discrepancias con respecto al PP. Esa ausencia de debate se debió a la coincidencia de la celebración del pleno con la jornada de huelga general convocada por CC OO y UGT en protesta por el real decreto que modifica las prestaciones por desempleo. Inés Sabanés, portavoz de IU, anunció, desde que se conoció esa coincidencia de fechas, que su grupo secundaría la huelga, y pidió al regidor, José María Álvarez del Manzano, que cambiase el día del pleno. Algo que ocurre con relativa frecuencia en el Ayuntamiento.

Pero el alcalde rechazó la propuesta de IU, a la que se había sumado el PSOE. Este grupo, finalmente, decidió acudir al pleno con servicios mínimos: el portavoz, Rafael Simancas, y su adjunta Cristina Narbona, expresaron el voto de su grupo. Matilde Fernández, incluida en un principio en esos servicios mínimos, antepuso su vocación sindicalista y se sumó a los delegados concentrados en la plaza de la Villa con IU y otros ediles socialistas.

En esas condiciones, el pleno consistió en la mera lectura de los 84 puntos del orden del día, tras lo cual Rafael Simancas expresaba en voz alta el voto de su grupo. Por parte del PP intervinieron los concejales de Urbanismo, Ignacio del Río, Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, y Hacienda, Pedro Bujidos, para explicar varios asuntos, pero en ninguno de ellos hubo réplica de la oposición.

Paradójicamente, el único debate que se produjo en la Casa de la Villa durante la jornada de huelga general fue por iniciativa del grupo socialista. Rafael Simancas se dirigió al pleno municipal para defender una proposición en la que pedía el rechazo del Ayuntamiento al decretazo del Gobierno de José María Aznar, que, a juicio del PSOE, recorta las prestaciones por desempleo.

'Indigno'

La portavoz del PP y primera teniente de alcalde, Mercedes de la Merced, argumentó ante Simancas la postura contraria de su grupo a la proposición socialista. De la Merced rechazó que se produzca un recorte de las prestaciones y recordó que 'el término decretazo se acuñó en 1992 y 1993, cuando el PSOE hizo reformas de hondo calado que supusieron un fuerte recorte de las prestaciones'. Todo el ritual del pleno, con ese único debate incluido, duró apenas 50 minutos. Un récord frente a las seis o siete horas que dura habitualmente.

Con todo, los piquetes de huelguistas no disimularon su malestar por el hecho de que el pleno llegara a celebrarse. 'La huelga está siendo un éxito en toda la ciudad y es indigno que se haya celebrado hoy el pleno', se quejó la concejal Sabanés.