La Galaxia sigue en guerra

Nuevo capítulo de La Guerra de las Galaxias en los cines y nuevos videojuegos en los ordenadores. Sin embargo, en esta ocasión no se trata de explotar directamente el guión, sino de seguir desarrollando una historia paralela que sólo ha podido vivir quien ha jugado con la saga Dark Forces y que, casualmente, esta vez ha coincidido con el estreno de Episodio II: El ataque de los Clones.

Kyle Katarn, el Jedi mercenario, vuelve al servicio de la Nueva República. Lo hace tras haber vencido al Sith llamado Derek, el asesino de su padre, en un combate a vida o muerte. Después de esa hazaña, Kyle hubiese podido gobernar el imperio desde el poder más absoluto. Pero intimidado ante tanta fuerza, prefirió renunciar a los poderes Jedi y volver a su humilde vida de mercenario.

El jugador debe tomar el papel de Katarn. El protagonista ha madurado con el paso de los años y ahora luce barba de tres días. La aventura comienza con una misión rutinaria de reconocimiento al moribundo y abandonado mundo de Kejim. Al menos, eso creen hasta que se intercepta una transmisión en la que se habla del Valle del Jedi. Por tercera vez habrá que enfrentarse, sable de luz en mano, a un maquiavélico plan del imperio para conquistar el universo con un nuevo tipo de criatura.

Tras aterrizar en Kejim, la sensación es que se está jugando al anterior Jedi Knight con gráficos muy mejorados. Según el manual se tiene acceso a un montón de armas y poderes de la fuerza. Sin embargo sólo se puede hacer uso de una triste pistola bláster y un aturdidor eléctrico para enfrentarse a varias decenas de Stormtroopers entrenados para luchar sin ser alcanzados. Ello impide disfrutar al máximo del juego desde el principio y hasta bien entrada la aventura no se empieza a gozar de todas las posibilidades.

Raven Software ha demostrado tener un profundo conocimiento del entorno Star Wars recreando, gracias al motor gráfico licenciado del juego Quake III, una ambientación excelente que no defraudará. Los diseños de escenarios, naves y enemigos es idéntico al que se muestra en las películas. También se copian los sonidos de las armas, las armas en sí y la fenomenal música de John Williams. Junto a una traducción al castellano excelente y con subtítulos para personas con problemas de audición, el jugador no puede más que dejarse atrapar por esta historia.