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Tres jóvenes apalean en Pozuelo a una chica mulata tras llamarle "escoria"

Una estudiante de 17 años, atacada con un bate por un grupo de 'rapados' en Pozuelo

Dos chicas y un chico esperaban a L. M. M., una estudiante mulata de 17 años adoptada por una familia española, a las puertas de su colegio en Pozuelo de Alarcón. Las chicas la emprendieron a puñetazos con L., mientras el chico, con el rostro oculto bajo un pasamontañas, le golpeaba en la espalda con un bate de béisbol. El ataque dejó a la agredida con un traumatismo craneal y daños en la dentadura. 'Eres una escoria. Das asco, negra de mierda', le increparon los atacantes, que, según ella, constituyen uno de los grupos de cabezas rapadas del municipio.

'La xenofobia está detrás de la agresión a mi hija. La atacaron por el color de su piel, por ser mulata', afirma C. M. I., padre de la víctima, que ha denunciado la agresión a la policía y al Defensor del Menor. El pasado día 3, L. estrenaba horario de verano en el colegio. 'Salí sola por la puerta del colegio a la una y media para ir a casa', explica la joven. 'Entonces vi a dos chicas que me abordaron y me preguntaron por mi hermano. Una de ellas me pegó un puñetazo y otra me agarró por la mochila y me tiró al suelo. Allí quedé medio inconsciente. Lo único que sé es que ya no oía nada', relata L.

Cuando se recuperó, la agredida vio al encapuchado con el bate en la mano. 'Se puso detrás y entonces me dio el golpe en la espalda y volví a quedarme atontada', cuenta la joven. L. tuvo que aguantar, antes de que los agresores se dieran a la fuga, insultos como 'eres una escoria', 'das asco', 'negra de mierda'. L. regresó sola a su casa. Su madre salió corriendo con ella al centro de salud de Pozuelo, donde los médicos le aconsejaron que la llevara al hospital Puerta de Hierro para que le hicieran un reconocimiento completo. L. está recuperada del traumatismo, aunque todavía le quedan secuelas en los dientes.

Ahora la joven tiene miedo y va al colegio con su teléfono móvil, que se ha vuelto su compañero inseparable. Cuando sale del colegio, L. llama a su madre y va hablando con ella los cinco minutos que separan su casa del centro escolar. 'Si sucede algo, nos enteramos inmediatamente. Además, su hermano Javier también va a por ella', explica la madre.

L. asegura: 'Desde hace años me insultan por el color de mi piel. En el colegio hasta me escupen'. Según ella, esto puede ser lo que originó la agresión. 'Fui a hablar con la tutora del chico que me había escupido y yo creo que ahora se han vengado'.

Pero esto no ocurre sólo con L.: sus amigas también sufren las iras racistas de algunos alumnos del colegio. 'Se ponen detrás de ti y de repente oyes ¡Heil Hitler!. Los cabezas rapadas han conseguido que L. ya no pasee por Pozuelo. 'No voy ni a la Estación [una zona del pueblo], y menos a sitios como El Torreón [un centro comercial], donde siempre andan rondando rapados y hay peleas', reconoce L.

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Colegio religioso

En el colegio, regentado por monjas, lamentan mucho que se haya producido un hecho semejante. Consideran la agresión como 'un caso aislado que se produjo fuera del centro educativo'.

Un portavoz del Ayuntamiento de Pozuelo, gobernado por el PP, señala que no tiene constancia de que se haya producido esta agresión. Por su parte, el grupo municipal socialista culpa al PP de no poner freno a situaciones tan lamentables y de restarles importancia. También recuerdan que su grupo ha denunciado repetidas veces los brotes racistas, sin que el Consistorio haya adoptado ninguna medida al respecto. Por otra parte, se han vuelto a reproducir las pintadas de cabezas rapadas contra la concejal Esther Alonso, candidata del PSOE a la alcaldía de Pozuelo.

No es la primera vez que los cabezas rapadas actúan en Pozuelo. En julio del año pasado, un grupo de este tipo y otro de chicos dominicanos se enzarzaron, durante las fiestas de el Carmen, en una pelea. En la reyerta se enfrentaron 60 jóvenes a botellazos y a puñetazos. En aquella ocasión, los chicos llegaron a encararse con la policía, advirtiéndoles de que no les podían hacer nada por ser menores. José Yodar, primer teniente de alcalde, confirmó entonces que se trataba de chicos de 14, 15 y17 años.

El Ayuntamiento duda de la ideología fascista de estos grupos. El alcalde, José Martín-Crespo, del PP, piensa que son grupos de vecinos cuyas rencillas particulares subieron de tono. 'Esto ha atraído a personas de otros municipios que han venido para estar en la batallita', opinaba entonces Martín-Crespo.

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