'¡Vaya atraco!'

Los peores temores de José Antonio Camacho empezaron a tomar forma ayer después de la cena. Los técnicos y los jugadores de la selección española vieron con asombro cómo el árbitro del partido Italia-Corea del Sur, el ecuatoriano Byron Moreno, expulsaba a Totti por simular una falta que, según reflejaban las imágenes, parecía no haber simulado del todo. '¡Hubo contacto!' gritaron unos. '¡Vaya atraco!', se indignaron otros. Camacho, que ya se quedó escamado por el arbitraje que sufrió España en los octavos de final ante Irlanda, había dicho hace días que prefería a Italia antes que a Corea del Sur porque no se fia de los árbitros, de los que teme la propensión a pitar a favor del equipo anfitrión.

La selección adelantó el entrenamiento vespertino y cenó antes de las ocho y media de la tarde para poder ver el partido entre los surcoreanos y los italianos. La plantilla estaba muy interesada en seguir el encuentro, puesto que de él saldría el rival al que se medirá el próximo sábado, en Gwengju, en los cuartos de final.

Nada más comenzar el partido, el penalti pitado contra Italia por un agarrón de Panucci al delantero surcoreano Seol encendió las suspicacias en la concentración de Seobu. Las numerosas faltas que sufrió Totti, muchas de ellas sin señalar, y la expulsión del propio delantero italiano por simular una falta dentro del área surcoreana hicieron poco por persuadir a los españoles de que el sábado contarán con un juez imparcial.

La reacción de Camacho en Suwon, después de que España derrotara a Irlanda el domingo, tampoco hace pensar en que lo de ayer no le preocupará en los días venideros. '¡Lo que ha hecho el árbitro es para matarlo!', dijo el seleccionador, enojado, al comentar el penalti pitado a favor de Irlanda por un agarrón de Hierro a Queen en el minuto 89. 'Esos forcejeos no se pitan en un Mundial', zanjó luego. Ayer, un árbitro ecuatoriano sancionó el forcejeo de Panucci con la misma pena y no pareció advertir otros lances similares en el área asiática.

El temor al arbitraje no es el único que siente Camacho. También se refirió, como prueba de lo mucho que le impone el equipo surcoreano, al partido de ayer. 'Ya lo había dicho y se ha podido comprobar. Será un rival dificilísimo. Sus jugadores corren y no paran de presionar. Han dado la vuelta al marcador y han eliminado a un equipo con la experiencia y el saber estar en la alta competición de Italia', concluyó el seleccionador español.