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Reportaje:

'Mascletà' con piquetes

Los sindicatos acudirán mañana a la gran traca de 'Fogueres' ante la negativa del alcalde a retrasarla por la huelga

La celebración de Les Fogueres de Sant Joan d'Alacant lleva parejo un complejo plan de seguridad en previsión de graves accidentes, derivados de las características de una fiesta basada en la quema de grandes monumentos y en el uso de la pólvora. Desde que Les Fogueres alcanzaron la categoría de oficiales, los sucesos de relevancia registrados han sido cuantitativamente escasos, si bien de dimensiones humanas dramáticas.

La cosa se complica en esta edición de las fiestas con la huelga general de mañana. Los sindicatos pidieron al Ayuntamiento y a la Gestora de Hogueras que retrasara unas horas la mascletà de las dos de la tarde de ese día, pero ninguna de las dos instancias ha atendido la solicitud. Así que los sindicatos han decidido acudir a Luceros, la plaza desde donde se dispara la gran traca y adonde acuden millares de personas a escucharla. Alto riesgo: festeros, huelguistas y pólvora, mucha pólvora.

El alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, pidió ayer 'responsabilidad', y añadió: 'Una cosa es no trabajar y otra cosa es provocar, crear incidentes o actuar por la fuerza, y yo no veo que la huelga tenga ningún motivo para que se actúe por la fuerza en un día que estamos de fiesta'. Luego quitó hierro al asunto: 'No me preocupa, creo que van a ir [los huelguistas] a disfrutar de la mascletà y a mí me parece bien que vayan'. El jueves, según Alperi, no habrá en Luceros un dispositivo mayor que en ocasiones anteriores.

Pese a los planes de seguridad, en Fogueres siempre se han producido accidentes, casi siempre relacionados con la pólvora. En 1986, un joven murió electrocutado al desplomarse sobre él un poste eléctrico cuando celebraba la tradicional banyà, durante la quema de la hoguera experimental de la Diputación de Alicante. Cuatro años después, un adolescente quedó inválido después de que una pieza de una hoguera le cayera durante la cremà. El último incidente reseñable se registró en 1997, cuando la noche del 24 de junio el fuerte viento y la intrepidez del público que se saltó el perímetro de seguridad causaron escenas dramáticas con decenas de heridos. Estos casos puntuales demuestran que todos los esfuerzos del Ayuntamiento de Alicante por garantizar la seguridad siempre son insuficientes. Es aquí cuando el papel de las compañías de seguros es primordial.

Siempre con el Consistorio como garante de la seguridad global, las distintas comisiones de hogueras y barracas están respaldadas por una compañía aseguradora a través de un contrato suscrito con la Comisión Gestora. Previo a la plantà de los monumentos, el Ayuntamiento dicta un decreto que regula de manera exhaustiva toda una serie de normas que tanto los recintos y monumentos fogueriles como la celebración de actos deben observar rigurosamente para impedir cualquier sieniestro. Las fuerzas de seguridad del Estado, coordinados por el Ayuntamiento, también elaboran su propio plan de emergencia. Para rematar la malla de seguridad, el Gremio de Artistas concierta un seguro ante previsibles desplomes de monumentos por defectos en su instalación. El presidente del gremio de los artistas de Alicante, Pascual Domínguez, comenta que los artistas apunto han estado esta edición de no poder suscribir las pólizas. Tras más de tres meses de negociaciones, ninguna compañía quiso correr con los seguros. Los atentados del 11 de septiembre hicieron saltar las alarmas de las multinacionales, más reticentes desde entonces a la hora de asegurar actos que entrañen algún riesgo a terceros, comenta.

No tanto peligro -salvo para el torero y su cuadrilla- entraña la coincidencia de la jornada de huelga con uno de los días grandes de la feria taurina de San Juan. Según el concejal delegado de la plaza de toros de Alicante, José Luis Pamblanco, la corrida prevista para las 19.00 horas de mañana no sufrirá cambios.

Así las cosas, entre huelga, fiestas y toros, la jornada del 20-J se antoja movida.

Una <i>mascletà</i> en la plaza de los Luceros, en una imagen de archivo.
Una mascletà en la plaza de los Luceros, en una imagen de archivo.PEP GARCIA

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