La Pedrera muestra el talento precursor de Gaudí como diseñador

El arte total de Antoni Gaudí abarca desde un pequeño tirador de mueble hasta el gran proyecto residencial que tenía que ser el parque Güell. Tras haber buceado en la grandiosidad estructural de las edificaciones del arquitecto de Reus, el Año Gaudí focaliza ahora su interés en el mundo del mobiliario, el objeto y la decoración interior. La exposición Gaudí. Arte y diseño, abierta hasta el 24 de septiembre en La Pedrera, explora el papel precursor que ejerció el arquitecto modernista en la definición del concepto moderno de diseño.

La sala de exposiciones del Centro Cultural de la Fundación Caixa Catalunya, que ha producido la exhibición, tiene un nuevo aspecto. Y no sólo por los muebles, vidrieras y herrajes proyectados por Gaudí que se muestran con un acertado y prudente montaje de Ana Mir, Emili Padrós y Cesc Solà. También por la luz que se filtra por los amplios ventanales de la sala que habitualmente se encuentran cubiertos por razones expositivas. La recuperada configuración da un sentido pleno a la exposición ya que Gaudí siempre tuvo en cuenta al proyectar sus edificios el factor de habitabilidad interna: la luz, el mobiliario, la climatización.

Todo este universo de funcionalidad cotidiana pasado por el cedazo de la estética es el que se presenta en Gaudí. Arte y diseño, exposición cuyo comisario es el también responsable del Any Gaudí, Daniel Giralt-Miracle. 'La actitud de Gaudí es próxima a la que años después preconizaría la Bauhaus que, partiendo de la premisa de que tan importante es diseñar una cuchara como un edificio, defendía en su programa la agrupación en torno a la arquitectura de todas las disciplinas artísticas', afirma.

La exposición utiliza elementos del propio edificio de La Pedrera, como los pomos y tiradores del mobiliario. Estas piezas cierran un recorrido cronológico que pretende mostrar la evolución de Gaudí hasta que creó un estilo propio. Arte y diseño quiere también romper con el tópico de creador abigarrado que ha pesado sobre Gaudí.

Estilo propio

Para refrendar este último presupuesto, Giralt-Miracle ha escogido un banco de la Sagrada Familia, en el que Gaudí empleó un elemento estructural de metal para evitar la habitual curvatura central de los bancos. El itinerario va circulando imaginativamente por los interiores o las zonas de acceso de los edificios que proyectó Gaudí. Se puede contemplar la puerta rejada de acceso a la casa Vicens, un tocador, muy en la línea art nouveau, diseñado para el Palau Güell, y una curiosa escalera plegable para la catedral de Mallorca.

La exhibición pone el acento en la pasión que Gaudí sentía por los materiales y su utilización para funciones nunca experimentadas. Donde se muestra la visión más avanzada de las ideas de Gaudí es en las sillas de la casa Batlló, proyectadas y construidas con formas ergonómicas. 'Le Corbusier lo hizo más tarde con cálculos matemáticos, pero Gaudí cogió a uno de los operarios y le hizo sentar encima de un molde para reproducir las formas de sus posaderas', explica el comisario de la exposición. La gran mayoría de las obras expuestas son piezas originales.