"No encuentro sitio donde colocarme"

Con 61 años, dos tercios de los cuales dedicado a la canción, este valenciano afincado en Cataluña vuelve esta semana a actuar a Madrid. Partidario de las grandes caminatas por Barcelona, con fama de algo solitario y muy casero, sigue comprándose discos de jazz y música pre barroca, de Bach y de Mozart. 'Lo demás, lo pop y eso, lo escucho por la radio'.

Pregunta. Cuarenta años cantando, y sigue. ¿No se encuentra un poco carroza?

Respuesta. No tengo la impresión, ni me lo han llamado los amigos. Pero nunca se sabe [risas].

P. En 2000 dijo que se retiraba. ¿Vuelve a Madrid por los encantos de Ruiz Gallardón?

R. No... [Ríe] Vuelvo a cantar, a Madrid En Canto, que organiza la Comunidad. Pero no por los encantos de Ruiz Gallardón.

P. Hace cinco años, en Las Ventas, en el homenaje a Miguel Ángel Blanco, le abuchearon por interpretar País Basc, y por cantar en catalán. ¿En qué lo hará ahora?

R. Pues no lo sé todavía. Estoy traduciéndolo todo al inglés.

P. ¿Es capaz de traducir Al viento, para dejar contentos a los silbantes?

R. Es que no cabe. Si digo Al viento en lugar de Al vent, me sobra una sílaba.

P. ¿Qué le cantaría a Aznar en la intimidad, ámbito en el que, como es sabido, habla catalán?

R. Normalmente yo no hago serenatas.

P. ¿Le daba más bola el PSOE que el PP?

R. En según qué cosas, sí, y donde se nota más es en Valencia, porque allí para el PP no existo.

P. Amenaza con canciones nuevas. ¿La gente no quiere su dosis de Al vent y Diguem no?

R. No las voy a eliminar. Intento ser global. Antiglobalizador, pero global.

P. ¿Subirá la piernecilla derecha a la silla mientras abraza la guitarra, como toda la vida?

R. En algún momento, sí, para que sepan quién soy, porque estoy cantando tan bien que a lo mejor no me reconocen. Pero desde la salida de la dictadura voy ya con músicos.

P. Animal d'esperances i memoria. ¿En qué espera y qué recuerda?

R. La idea es: ha pasado todo eso y, a pesar de todo, hay esperanza. Porque la memoria se pierde y, además, te matiza las esperanzas.

P. ¿Sigue siendo un rojeras?

R. Intento ser coherente con lo que pienso y llevarlo a la práctica.

P. ¿Se encuentra más tranquilito y descafeinado?

R. Lo que no encuentro es el sitio donde colocarme. El sitio donde no colocarme lo tengo claro.

P. Tiene 17 canciones de amor. ¿El amor forma parte de la resistencia?

R. De toda resistencia [ríe], porque si no, no hay manera. Había quien pensaba que un artista que estaba contra la dictadura no tenía que hacer canciones de amor. Pero yo no esperé a que muriera Franco para hacerlas.

P. En 2000 sacó su obra integral en diez CD. ¿Cree que, aparte de su familia, se la habrá comprado entera alguien?

R. Hombre, pregúntaselo a la casa de discos. Además, yo gané algún dinerito con eso. Y ha ido y va muy bien.

P. 'He tenido la suerte de no haber estado nunca de moda'.

R. Yo he hecho todo lo posible por no estarlo, porque, en cuanto te descuidas, te pones de moda en una Operación Triunfo.

P. Le han llamado profeta civil de los catalanes. ¿Se ve como Elías, carro de fuego incluido?

R. ¡Hostia! Eso es muy fuerte. Lo del carro de fuego sería bonito. Pero no... No tengo nada que ver con las profecías.

P. Cançons d'amor, cançons de lluita. ¿Ahora tiene más amor o más lucha?

R. Pues yo creo que es que son inseparables.

P. Si afirma que el amor es resistencia y lucha, debe de tener una intimidad muy combativa.

R. Eso tendrías que preguntárselo a la partner.

P. ¿Es cierto que le lleva como una vela?

R. [Risas] Nos controlamos mutuamente, desde siempre. Porque nunca se sabe. Hay muchas tentaciones en el mundo.

P. ¿Se considera un superviviente?

R. No, todavía no. Por ahora soy viviente.

P. ¿Qué queda de la Cançó?

R. Mucha gente, y que estamos haciendo cosas nuevas. Maria del Mar Bonet, Lluís Llach, Pi de la Serra, murió Ovidi Montllor... el mismo Serrat, aunque hace pocas cosas en catalán últimamente, y gente joven que aquí no llega.

P. ¿Hay cantautores que le gusten, además de usted mismo?

R. Vaya, ni yo mismo.