De la rebotica a los tubos de ensayo

Almirall Prodesfarma, fruto de fusión en 1997 entre la empresa farmacéutica Almirall, propiedad del núcleo familiar Gallardo, y Prodesfarma -gestionada por Antoni Vila Casas- lidera ya el sector en España, con una facturación de 741,8 millones de euros y una cuota de mercado del 6%. En el corazón de su negocio, late la investigación: desde 1999, el grupo ha destinado a ella el 40% de toda la inversión de las compañías nacionales del sector.

La farmacéutica invirtió 56 millones de euros en I+D el pasado año, y rozará los 73 millones en 2002. En el próximo quinquenio, la empresa destinará 450 millones de euros, 'básicamente en las líneas de investigación de productos antiácidos y antihistamínicos', explica su presidente, Jorge Gallardo. A esta política responde la inversión hasta 2004 de 30 millones de euros en la construcción de una nueva planta de I+D en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). El nuevo centro incorporará los temas biomédicos; hoy, punta de lanza de la industria farmacológica.

El laboratorio, que vende en el exterior el 50% de su producción, está consolidando su penetración en Europa, América y Japón

El laboratorio, que vende en el exterior el 50% de su producción, está consolidando su penetración en Europa, Norteamérica, Japón y Latinoamérica. Sigue el protocolo de las industrias farmacológica española: primero alcanzan cuotas de mercado en los países industrializados; y, a continuación, instalan plantas industriales en los mercados emergentes. En España, Almirall Prodesfarma tiene plantas de producción, en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), Sant Just Desvern y Manlleu. La empresa cuenta con filiales en Bélgica, Francia, Holanda, Portugal, Alemania e Italia. Y en Latinoamérica, está presente en Chile, México y Perú.

La potencia actual de la industria farmacéutica en España es consecuencia de la fragmentación de lo que en los años setenta fue la industria química pesada. En las grandes químicas , como Cros, Ercros o Carburos Metálicos germinaron el actual sector framaceútico y la química fina , un subsector, que incluye perfumería y productos de higiene.

Almirall, nacida en la rebotica de la antigua farmacia Gallardo del casco antiguo de Barcelona, y refundada gracias al impulso de los laboratorios Huber, es un exponente de este proceso. De hecho, muchas de las fórmulas magistrales de hoy tienen el doble origen de la experimentación artesanal y el filtro de la química pesada.

Almirall fue creada por los Gallardo a principios del siglo pasado y floreció como empresa farmacéutica, de la mano de Antonio y Félix Gallardo. Éste segundo fue conocido en los ambientes patronales por su vínculo con la cúpula de Fomento del Trabajo, la CEOE catalana. Por su parte, Prodesfarma perteneció a un núcleo de accionistas e ingenieros, entre los que se encontraban, Daniel Bravo Andreu y Santiago Oller Daurella, aunque en los últimos años, y antes de la fusión con Almirall, la empresa estuvo gestionada por Antoni Vila Casas.

La investigación de las industrias farmaceúticas está recibiendo un impulso especial del parque científico de la Universidad de Barcelona y de otros centros de transferencia de tecnología, entre ellos la Asociación de Amigos de la Universidad Politécnica de Barcelona.