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Reportaje:

Una crisis bursátil con nombres propios

Los inversores en fondos de telecomunicaciones y tecnológicas pierden de media el 69% de su dinero desde enero de 2001que ya ha perdido el 42,7% de su valor, tras ceder idéntico porcentaje durante el pasado ejercicio.

La fuerte caída de los valores unidos a la llamada nueva economía ha colocado a los fondos que invierten en estos valores en una situación dramática. Desde enero de 2001, estos fondos han perdido de media el 69% de su valor y lideran las caídas de las distintas modalidades del ahorro colectivo. Una situación inversa a las fuertes revalorizaciones vividas en 1999 y principios de 2000 en plena euforia de estos valores. Los analistas opinan que, si bien existen razones para explicar los descensos (elevado endeudamiento, paralización de sus nuevos negocios y beneficios a la baja), el dinero está aplicando ahora la misma irracionalidad que usó cuando elevó sus cotizaciones hasta las nubes.

En estos casi seis primeros meses del ejercicio, estos fondos acumulan un descenso del 33%, similar al 36% que perdieron durante todo el pasado año. Así, de seguir la actual tendencia, el resultado de este año podría ser muy complicado en unos fondos que pierden día a día patrimonio por la salida de los inversores y por la continua depreciación de sus compras en los mercados bursátiles.

Estos fondos y sus valores son los nombres propios de una crisis bursátil que tiene, sin embargo, numerosas excecpciones. Los pequeños valores en toda Europa han tenido una evolución muy positiva durante el año. También las constructoras e inmobiliarias han permitido jugosas ganancias, como lo demuestra uno de los fondos más rentables del mercado español: el Eurovalor Sector Inmobiliario ha ganado el 20,01% en el año.

Entre los distintos fondos que se nutren de valores tecnológicos, el más castigado en el mercado español es Fonpenedés Tecnología,

Banesto Tecnológico registró el mayor descenso durante 2001, con una pérdida del 56% en el valor de sus participaciones. También los fondos de Internet han soportado un duro castigo. Bankpyme Internet.com ha caído el 39,8% , seguido por el Morgan Stanley Internet y el BCH Internet, fondo que hace sólo un par de años figuraba entre los más rentables del mercado español.

Comparativa con índices

El resultado de los fondos está en línea con la evolución que marcan los principales índices que recogen la marcha de estos valores. El DJ EuroStoxx Technical se ha dejado en el año el 37% de su valor, la misma cifra que ha cedido el DJ EuroStoxx Telecom. Ligeramente peor han ido las cosas en el mundo de Internet que precisa de mirar al mercado estadounidense que es donde todavía queda una oferta suficiente de estos títulos. El DJ Composite Internet refleja una empinada caída del 40,3% de su valor sobre el cierre de diciembre de 2001.

En los mercados europeos la mayor visibilidad de la crisis la ofrecen las empresas de telecomunicaciones que por su elevado valor en Bolsa son en gran medida responsables de las pérdidas que arrojan los índices bursátiles.

El pasado viernes, la Deutsche Telekom traspasó a la baja por vez primera los 10 euros. Telefónica se instaló en la zona de los 8 euros por título y ha vuelto a lo largo de la semana a los niveles de cotización de agosto de 1998, previos al estallido alcista de estos valores. Esta compañía se ha dejado en el año casi el 40% de su precio. Son dos ejemplos de un sector que conoce ahora sus mínimos anuales y cuyas cotizaciones están muy lejos de los máximos marcados en marzo de 2000.

Con unos mercados claramente orientados a la baja, ahora los inversores no permiten ninguna alegría a un sector calificado de crecimiento y que cotizaba a multiplicadores de beneficios muy elevados. En los momentos de euforia, lo propio era que estos valores valiesen más de 50 veces el beneficio por acción y, actualmente, ofrecen unos multiplicadores modestos que en el mejor de los casos llega a las 20 veces beneficios. El mercado ha dejado de valorarlos como compañías de crecimiento como lo evidencia el recorte en los resultados que han experimentado las compañías en el primer trimestre del año.

Todo cotiza en negativo, pese a que las recomendaciones de los analistas muestran la señal de compra que los inversores no atienden en la confianza de que podrán comprar más barato si esperan sólo unos días más. Los negocios ligados a novedosos desarrollos tecnológicos (telefonía móvil UMTS, televisión digital, cable e Internet) no despegan. Estas compras han perdido gran parte de su valor. Unos negocios que han supuesto fuertes inversiones que en gran parte se han financiado con recursos ajenos cuyos intereses hay que satisfacer puntualmente.

Durante esta semana, la nueva oleada de pesimismo nacía de la posibilidad de tipos de interés más altos en Europa que enturbiaría aún más sus cuentas de resultados. En el caso español se suma además la incertidumbre sobre la economía brasileña, donde Telefónica obtiene una importante tajada de sus beneficios totales, después del duro castigo de la crisis argentina.

Oportunidades

Si esta desconfianza entre los inversores se produce en valores que pueden compensar pérdidas con sus negocios tradicionales, la situación es mucho más preocupante en las nuevas sociedades nacidas exclusivamente para el desarrollo de unos nuevos negocios que no despegan. Por ejemplo, la firma Jazztel llegaba esta semana a un principio de acuerdo con el comité de propietarios de sus bonos para la reestructuración de la deuda de la compañía, que permitirá cambiar bonos por capital.

La historia de la euforia y el rápido declive de estos valores es, salvo en las telecomunicaciones, muy reciente. Los analistas consultados no creen que se reproduzca la euforia de 1999 y principos de 2000. Sin embargo, la experiencia de la Bolsa también habla de que el mundo no se acaba y que las expectativas de estas sociedades mejorarán tarde o temprano. Ahora ya se ha pinchado la burbuja y puede ser el momento de replantearse una entrada selectiva en estos sectores de futuro. Las fuertes pérdidas actuales, que contrastan con las anteriores subidas, son también oportunidades.

Los fondos de Internet soportan las mayores pérdidas desde enero de 2001.
Los fondos de Internet soportan las mayores pérdidas desde enero de 2001.

El tedio como alternativa

Los inversores que hayan invertido en estos fondos tecnológicos o de telecomunicaciones en los últimos meses han soportado unas cuantiosas pérdidas. Sin embargo, en las distintas modalidades de fondos no existe una alternativa rentable clara. Sólo los seguros fondos de dinero y los de renta fija a corto y largo plazo consiguen obtener un resultado positivo a punto de cerrar el primer semestre del ejercicio. Una ganancia que es realmente tediosa, ya que alcanza un máximo del 1% en el caso de los fondos de dinero, incapaz de absorber la inflación que a finales de mayo y en tasa interanual se elevó hasta el 3,6%. Para aquellos que tienen su dinero en la bolsa española las pérdidas superan el 8% y si ha preferido acudir a los mercados internacionales el descenso medio se acerca al 15% en lo que va de ejercicio. Para los más conservadores, los fondos de dinero y los garantizados son la única alternativa posible, aunque de escasa ganancia. Para el resto, no queda otra opción que esperar y aprovechar los bajos precios de muchas acciones que a dos años vista se calificarán de irrisorios.

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