El ex novio de una mujer acuchilla en el costado a su nuevo compañero en una calle de Valdebernardo

Dos hombres, de 35 y 25 años, resultaron ayer heridos graves en sendas reyertas registradas de madrugada y al mediodía en los distritos de Chamberí y Moratalaz, según informó la Jefatura Superior de Policía.

La primera ocurrió a las 5.50 en la calle de Luis Hoyos Sainz, en el barrio de Valdebernardo, cuando la pareja formada por Manuel M. C., de 25 años, y su compañera Lydia T. G., de 28, regresaban en un taxi a su domicilio. En la calle les estaba esperando el antiguo novio de la mujer, José Joaquín M. R., de 31 años.

Según la policía, el ex novio comenzó a increparles, cuando la pareja se bajó del taxi. En un momento dado, sacó un cuchillo de cocina con una hoja de 20 centímetros y propinó una puñalada a Manuel M. C. en el costado. La mujer también resultó agredida con cortes y contusiones. El herido fue trasladado en una UVI móvil al hospital Doce de Octubre, mientras que la mujer ingresó en el Gregorio Marañón.

Los agentes de la comisaría de Moratalaz fueron alertados y lograron detener instantes después, en las proximidades del lugar de la agresión, al supuesto atacante. Éste tiene varios antecedentes, al igual que el herido, según la policía.

La segunda agresión se produjo en el ático-portería del número 50 de la calle de Cea Bermúdez sobre las once y cuarto de la mañana, cuando Celia N. C., de 33 años y origen brasileño, apuñaló con un objeto punzante a su compañero sentimental, Guillermo G. M., de 35 años. Fue la mujer quien avisó al 091. Dijo al operador que creía que había matado a una persona. Cuando llegaron los agentes se encontraron toda la casa revuelta y llena de cristales rotos.

Según explicó la mujer a los policías, se inició una discusión entre ambos. El compañero, que trabaja como portero de la finca, intentó agredirla con un destornillador y la arrinconó contra una pared. Ella logró zafarse y se defendió con un objeto punzante. Guillermo sufría una herida perforante en el tórax y varios cortes superficiales en la cara, el cuello y las extremidades. La mujer también tenía heridas múltiples de carácter leve. Ambos fueron trasladados en sendas UVI móviles al hospital Clínico.

Los agentes encontraron al hijo del portero, de cuatro años, en una habitación contigua. El pequeño, que ayer cumplía años, estaba ileso. También hallaron restos de polvo blanco (supuestamente cocaína) en una mesa, donde había varias botellas de bebidas alcohólicas.