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Crónica:MÚSICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Joyas históricas de la ópera

La intensidad dramática de Hans Knapperstbusch y Otto Klemperer dirigiendo Beethoven, la pionera defensa del sinfonismo mahleriano llevada a cabo por Herman Scherchen, el arte belcantista de Beverly Sills y Carlo Bergonzi, el irresistible lirismo de Victoria de los Ángeles y Jussi Björling en La bohème y el genio dramático de Maria Callas en Tosca son algunas de las joyas que reaparecen en el mercado con la máxima calidad sonora que permite la técnica digital.

Un de los archivos que me

jor documenta la época dorada de la historia fonográfica es el que Emi reedita en su colección Grandes Grabaciones del Siglo. Para celebrar el lanzamiento número 100, han escogido nada más y nada menos que la versión de Tosca, de Puccini, protagonizada por Maria Callas en 1953 bajo la batuta de Victor de Sabata, justamente considerada la más famosa grabación de ópera de la historia.

Nadie como Maria Callas ha sabido recrear con tal intensidad la compleja personalidad de Floria Tosca en un estudio de grabación y basta escuchar su impresionante grabación -con el apasionado Cavarodossi de Giuseppe di Stefano y el visceral Scarpia de Tito Gobbi como compañeros de lujo- para rendirse ante su arrolladora vocalidad. De Sabata persiguió obsesivamente la perfección -en la biografía del gran director italiano, Teodoro Celli cuenta que el Te Deum del final del acto primero fue repetido cuarenta veces- y la consiguió. La nueva edición conserva el realismo sonoro de un registro monofónico que marcó época.

La ópera es una de las grandes bazas de la colección, que en su último lanzamiento rescata una emocionante versión de La bohème dirigida en 1956 por Thomas Beecham y protagonizada por Victoria de los Ángeles y Jussi Björling, una de las célebres parejas operísticas de la época.

La exquisita soprano catalana protagoniza también una notable versión de El barbero de Sevilla, grabada en 1962 bajo la batuta de Vittorio Gui tras varias representaciones en el Festival de Glyndebourne. La oferta lírica incluye Lakmé, de Delibes, con la expresiva Mady Mesplé, y la fogosa versión de Lady Macbeth de Mtsensk, de Shostakóvich, dirigida en 1978 por Mstislav Rostropóvich, con su esposa, Galina Vishnevskaia en el papel titular.

Inédita en disco compacto, la grandiosa versión de la Sinfonía número 3, Heroica, de Beethoven, dirigida en 1955 por Klemperer, destaca en un lanzamiento que incluye el ciclo sinfónico de Robert Schumann con la radiante Staakskapelle de Dresde y Wolfgang Sawallish, y un programa dirigido por Adrian Boult que reúne las Variaciones Enigma, de Elgar, y Los planetas, de Holst.

El sello Westminster, creado en 1949 en Nueva York, forjó un extraordinario catálogo en el que figuraron nombres míticos como los directores Hans Knappertsbusch, Herman Scherchen, Artur Rodzinski, Pierre Monteux y Erich Leinsdorf y jóvenes valores como Daniel Barenboim, que realizó sus primeros discos como pianista. Tras años de ausencia -el sello cesó sus actividades en 1965-, las históricas grabaciones han vuelto al mercado de la mano de Universal con un reprocesado digital que conserva la naturalidad de sus tomas sonoras.

El último lanzamiento de la serie contiene cinco discos dirigidos por Scherchen, entre ellos dos testimonios de su pasión por Mahler grabados al frente de la Orquesta de la Ópera de Viena -la Quinta sinfonía en 1952 y la Séptima, al año siguiente-. Aunque la discografía mahleriana ha crecido de forma espectacular en las dos últimas décadas, el trabajo de Scherchen sigue despertando admiración por su condición de pionero moderno en la divulgación de su legado sinfónico de Mahler.

Para los amantes del belcanto, la versión de Lucia di Lammermoor, de Donizetti, grabada en 1970 bajo la vibrante dirección de Thomas Schippers, es toda una referencia gracias a la actuación de la soprano Beverly Sills, que brinda una milagrosa exhibición técnica, y el tenor Carlo Bergonzi, que borda estilísticamente el personaje de Edgardo. Por la extraordinaria actuación de los dos cantantes y la teatral dirección de Schippers, al frente de la estupenda Sinfónica de Londres, estamos ante una de las joyas de la discografía de Donizetti.

La otra joya operística del lanzamiento es Fidelio, de Beethoven, maravillosamente dirigido por Knappertsbusch en Múnich en 1961 al frente del coro y la orquesta de la Ópera Estatal de Baviera. En la versión, de poderoso aliento romántico, dos sopranos legendarias, Sena Jurinac y Maria Stader, y el irregular tenor Jan Peerce.

La colección recupera dos discos de Artur Rodzinski, un director de explosiva personalidad que brinda electrizantes versiones de las dos últimas sinfonías de Chaikovski, la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorák y célebres obras de Kodály. Completan el lanzamiento un recital Schumann de Sena Jurinac, un programa Mozart/Beethoven con la extraordinaria pianista Clara Haskil y la soprano Sena Jurinac y un monográfico Dvorák que recupera una antológica versión del Concierto para piano en sol menor, opus 33 con Rudold Firkusny como solista.

Por su parte, el sello Testa

ment lanza siete discos dedicados al refinado arte directorial del director belga, nacionalizado francés, André Cluytens (1905-1967). Los generosos programas, consagrados a Berlioz, Bizet, Debussy, Franck, Roussel, Saint-Saëns, Ravel y Fauré, muestran su extraordinaria afinidad con la música francesa, de la que fue uno de los más elegantes y naturales intérpretes, y permite saborear el estilo y la característica personalidad sonora de las mejores orquestas francesas de la época, la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio de París y la Nacional de la Radiodifusión francesa.

Discos con historia

LA SERIE Originals, que desde hace años rescata las mejores grabaciones del catálogo de la Deutsche Grammophon, rescata en su último lanzamiento un disco del gran director checo Rafael Kubelik consagrado a Leos Janáceck, que incluye su fabulosa Misa Glagolítica y la versión en alemán del Diario de un desaparecido. Otra gran batuta checa, Karel Ancerl, dirige la Décima sinfonía de Shostakóvich y el Concierto para violín de Stravinski, con Wolfgang Schneider como solista. La serie recupera una impresionante versión del Requiem alemán de Brahms, dirigida por Herbert von Karajan, con Gundula Janowitz, Eberhard Waechter, los Wiener Singverein y la Filarmónica de Berlín; un programa americano con obras de Gershwin y Russo bajo la batuta de Seiji Ozawa; El caballero de la rosa, dirigido por Karl Böhm, y dos hitos en la discografía de Chopin: los dos conciertos para piano, interpretados por Krystian Zimerman y Carlo Maria Giulini, y los Preludios y la Sonata número 2, por Marta Argerich. Los amantes de la canción francesa saborearán el exquisito arte del barítono Gérard Souzay en un recital consagrado a Claude Debussy, acompañado al piano por Dalton Baldwin. Y como referencia obligada, las sorprendentes transcripciones de valses de Johann Strauss realizadas por Alban Berg, Anton Webern y Arnold Schöenberg, en un revelador disco de los solistas de cámara de la Sinfónica de Boston.

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