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La mujer de 72 años herida de bala por un policía local en Granada continúa en situación de extrema gravedad

Dolores M. V., de 72 años, la mujer herida de bala por un policía local de Granada durante el desahucio de la chabola donde vivía, se encontraba ayer en situación de extrema gravedad, según el parte médico emitido por el hospital universitario Virgen de las Nieves. El superintendente de la Policía Local, Luis de Haro-Rossi, dijo ayer que el proyectil que hirió a la mujer en la pierna atravesó previamente al perro que un hijo suyo azuzó contra los policías y luego rebotó sobre una superficie dura. No obstante, la policía sólo ha recuperado una de las tres balas disparadas que, sorprendentemente, se encontraba intacta.

La gran pérdida de sangre sufrida por la mujer y su edad avanzada han agravado su situación en las últimas horas. Una dotación de la Policía Local detuvo la noche del miércoles al hijo de Dolores, Juan Francisco P. M., de 44 años, que fue acusado de agresión a un agente. Según la versión oficial, Juan Francisco azuzó contra la policía un gran animal, mezcla de mastín y perro lobo, que mordió al agente y a un lacero. El hombre, que tiene las facultades psíquicas disminuidas, tras declarar ante el juez, fue puesto en libertad con cargos.

De Haro-Rossi explicó ayer que fueron tres los disparos hechos por el agente mordido por el perro. El primero atravesó al animal que se abalanzó sobre el agente, golpeó seguramente en el suelo y atravesó una de las piernas de Dolores en una trayectoria de abajo a arriba. El proyectil, sin embargo, no ha sido recuperado aún debido a los numerosos desechos de todo tipo que los chabolistas tenían amontonados en el solar.

Segundo casquillo

Tampoco se ha encontrado un segundo casquillo, el que abatió seguramente al animal. La única bala que ha aparecido se encontraba en perfecto estado, como si no hubiera impactado o atravesado ningún sólido. Los mandos policiales confirmaron que el agente que disparó su arma se encontraba ayer trabajando pese a las lesiones sufridas por la mordedura del animal. En cambio, el lacero de la perrera municipal, fue dado de baja a causa de las lesiones padecidas: múltiples erosiones, mordedura en el antebrazo derecho y contusión en una cadera.

Los mandos aclararon ayer que el segundo agente que supuestamente había sido atacado por el animal en realidad sólo sufre erosiones ligeras a causa de una caída. La Policía Local no ha abierto ninguna investigación interna para aclarar los detalles del suceso ya que los disparos, dice, fueron en defensa legítima.

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